La forma en que se aborda la comunicación en antropología ha sido y es una preocupación frecuente en nuestra práctica, tanto en lo que refiere a visibilizar el conocimiento experto de la disciplina como en relación a las formas de intervenir en los debates sociales contemporáneos. En las últimas décadas estas temáticas se han comenzado a sistematizar, convirtiéndose en objeto de reflexión y dando lugar a líneas de trabajo específicas. Las mismas se desarrollan en un amplio abanico de prácticas que se configuran en marcos teóricos e institucionales diferenciales, muchas veces en diálogo, pero con tradiciones propias (extensión, conocimiento público, estudios sociales de las ciencias, antropología aplicada, co-producción, divulgación, ciencia ciudadana). En este contexto, es fundamental reconocer y revalorizar la producción de antropologías propias, lo que hace ineludible pensar en las formas específicas de comunicación asociadas a estas perspectivas. Este simposio busca profundizar el debate y reflexión sobre los posicionamientos y objetivos a la hora de establecer diálogos y comunicaciones, poniendo el foco en los vínculos que trazamos con nuestros interlocutores.
Las prácticas asociadas a la comunicación de la antropología adquirieron nuevo impulso durante la pandemia con el auge de lo digital, lo que ha generado nuevos desafíos en relación con los modos de hacer y los dispositivos puestos en juego. Se revitalizaron así los debates, visibilizando el impacto de internet en su configuración. Proponemos discutir en este nuevo marco qué tipo de líneas se están movilizando; cuáles son las categorías y ejes analíticos que contribuyen a generar abordajes críticos sobre las dinámicas comunicativas; en qué lugar quedan las discusiones sobre la coparticipación y el territorio; y cómo lo virtual y lo presencial se retroalimentan.
Invitamos a la presentación de ponencias que, a partir de experiencias concretas, permitan abordar reflexiones respecto de diálogos, así como de problemáticas que emergen en la comunicación de nuestro quehacer. Buscamos generar un espacio reflexivo sobre los contextos de producción (en especial los colaborativos) y el tipo de experiencias que son propiciadas en ellos; con quiénes estamos dialogando y en qué términos; cuáles son sus expectativas, intereses, saberes y valoraciones; qué tipo de recursos producimos y cuáles son las condiciones de acceso; y el impacto de estas prácticas comunicativas en nuestro quehacer antropológico. En este sentido, esperamos que el intercambio en la mesa nos permita avanzar en el reconocimiento de las variadas formas de comunicar nuestras antropologías y, a partir de allí, generar un intercambio que recupere las diferencias regionales para pensar desafíos comunes y elaborar estrategias compartidas.