En San Salvador, posterior a los acuerdos de paz en 1992, la inseguridad y la violencia se instauraron como una de las principales problemáticas, al punto de señalar discursivamente que era una situación “peor que cuando la guerra” (Moodie, 2017). Adicionalmente, desde inicios de los 2000 predominaron políticas de seguridad orientadas a la construcción de las pandillas como enemigo público y su señalamiento como principal problema del país.
Estas políticas se abocaron a la criminalización de las personas jóvenes provenientes de comunidades marginalizadas con presencia pandilleril. Lo anterior implicó prácticas de persecución, detención arbitraria, cateo, arresto, abuso y encarcelamiento masivo de esta población por su procedencia y apariencia física (Aguilar, 2019). Así los habitantes de estas comunidades tuvieron que lidiar no solo con la violencia que implica la presencia de pandillas en su territorio, sino también con la violencia ejercida por la Policía Nacional Civil y las Fuerzas Armadas en el supuesto afán de guerra contra estas grupalidades (SPASS, 2017).
A partir de un trabajo de campo realizado de enero a octubre del 2023 con los habitantes de una comunidad marginada denominada La Colmena, ubicada en un municipio de San Salvador, se analiza el proceso de constitución de esta como un lugar de encierro. Bajo la pretensión de seguridad la comunidad erigió las propias barreas físicas (muros, mallas y portones) que terminó confinándola junto con una de las pandillas más poderosas del país y se volvió objeto de múltiples intervenciones por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.
Aguilar, J. (2018). Las políticas de seguridad pública en El Salvador, 2003-2018. Ediciones Böll.
Moodie, E. (2017). Las secuelas de la Paz: Criminalidad, Incertidumbre y Transición de la Democracia en El Salvador. UCA Editores.
Servicio Social Pasionista (SSPAS). (2016). Inseguridad y violencia en El Salvador. El impacto en los derechos humanos de adolescentes y jóvenes del Municipio de Mejicanos.