Ponencia

SUBVERSIÓN Y TRANSGRESIÓN DE LOS SANTOS PATRONES EN LOS ANDES PERUANOS: FORMAS DE RESILIENCIA CULTURAL

Parte del Simposio:

SP.74: Desigualdades, ilegalismos y violencias: ¿cómo pensar el estado en esta encrucijada?

Ponentes

SABINO ARROYO

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

SUBVERSIÓN Y TRANSGRESIÓN DE LOS SANTOS PATRONES EN LOS ANDES PERUANOS: FORMAS DE RESILIENCIA CULTURAL
Dr. Sabino ARROYO AGUILAR
sarroyoa@unmsm.edu.pe
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima-Perú

RESUMEN
En la cultura religiosa moderna y global, los dioses como los santos patrones no sólo constituyen entes protectores que benefician o sancionan, cohesionan o clasifican las identidades culturales o grupos étnicas; sino, en cuanto es la insurgencia cultural se han convertido en una herramienta de conquista o de dominio como también por la rebelión de los pueblos, que resisten y luchan como expresión del profundo amor a la humanidad.
Santiago no sólo ayudó a España emanciparse de los musulmanes, también se convirtió en “mataindios”, luego ayudó a subvertir a los “indios” como la Virgen anunciaba ayudarlos al levantamiento de los chamulas de México. Asimismo, en el Perú se produjo la rebelión de las “Wakas” contra la religión cristiana colonial o el “Señor de Soledad” ofrecía enviar a “Santiago Apóstol” y “Gabriel Arcángel” en el movimiento campesino de Atusparia de Ancash (pelear por sus devotos hijos indios contra el gamonal).
En los años 50 y 60, los conflictos de la “toma de tierras” devino en la acción armada de “Sendero Luminoso” de los años 70 a 90, precipitando en la crisis estructural al sistema democrático frágil que, visibilizó la corrupción institucionalizada del estado para fines del segundo milenio, revelado en la guerra abierta de los grupos delincuenciales (rateros, pandillas, drogadictos) y de mafias institucionalizadas (narcotráficos y organizaciones criminales), con la posible permisibilidad y soporte ideal de los santos patrones.
El “Señor de Pachakamilla” de Lima ayudando a los delincuentes devotos de los Barrios Altos, la “Virgen Auxiliadora” convirtiéndose en la “virgen de los sicarios” de Medellín de Colombia o inventando a “Jesús Valverde” en el “Santo” del cartel de Sinaloa de México, entre algunos casos. Transgresión natural o divino a los límites de lo prohibido o permitido en el ordenamiento jurídico positivo y preceptos culturales de poder, de los estados y naciones de conciencia al mercado instrumental que potencian los deseos o limitan las acciones sociales colectivas.
No obstante, permisible la subversión social o la transgresión legal por la afirmación de la libertad, justicia y solidaridad de los pueblos. Es mejor transgredir las normas con propuestas que cometer la injusticia en un clima de insatisfacciones, cuestionamientos y repercusiones generalizadas.
Tales fenómenos religiosos y complejidades sociales exigen reflexionar y explicar, desde la perspectiva de la antropología religiosa y violencia simbólica, como desafíos y contradicciones en la construcción y legitimación, cambio y relevancia propositiva de nuestras comunidades, en los tiempos de la falencia global y geopolítica en caos, como un mundo tribal del delito.