Luego de la crisis del 2001, el año 2003 representó un punto de inflexión para la economía argentina y la industria de la confección presentó un rápido crecimiento que se asentó en el abandono por parte de las grandes marcas de la tarea de confección y su derivación a fábricas que trabajan para terceros y a pequeños talleres informales, en donde se empleaba principalmente a mano de obra migrante de países limítrofes y Perú. Tal crecimiento dio lugar a un periodo regresivo para la industria entre los años 2015 y 2019 cuando, partir de la apertura de las importaciones y la baja del poder de compra del mercado interno, disminuyó el empleo en el sector, cerraron unidades productivas y se desplazó el consumo hacia la ropa de menor costo. Durante la pandemia generada por el COVID-19, la situación se agravó y, como expresión de ello, en el 2021 una fábrica de lencería histórica situada en el barrio de Villa del Parque declaró el cierre. A partir de allí y luego de un proceso de organización política por parte de sus trabajadoras, en su mayoría mujeres y algunas de ellas migrantes, la fábrica con patrón fue convertida en cooperativa. La presente ponencia presenta los primeros avances de una investigación postdoctoral que tiene por objetivo analizar desde una perspectiva etnográfica la experiencia obrera situada durante el mencionado proceso de transformación de fábrica con patrón a cooperativa, entre 2021 y 2024. En primer lugar, se presentan los desafíos que implicó el trabajo de campo al tratarse de un proceso de transformación en curso marcado por una gran incertidumbre. En segundo lugar, se reponen las principales rupturas y continuidades que fueron registradas en las formas de organizar el trabajo al conformarse como cooperativa. En tercer lugar, se analizan cuáles fueron las representaciones construidas en torno al ideal de trabajo cooperativo, así como las tensiones que implicó. Esta investigación dialoga y profundiza el análisis de mi investigación doctoral centrado en las experiencias de trabajo en la industria de la confección de indumentaria de Buenos Aires, en su segmento “formal” y en el periodo 2003-2016, en un contexto próspero para la industria. Gracias al estudio de trayectorias laborales, en aquel entonces, la exploración también se expandió hacia experiencias de trabajo en la “informalidad”. Así, sostengo que existe una preocupación latente que recorre ambas investigaciones vinculada con cómo los estudios cualitativos sobre el universo laboral de la costura contribuyen a tensionar arraigados conceptos analíticos como trabajo formal, informal y cooperativo que se suponen estancos y categóricos en busca de una reflexión que alumbre las continuidades y porosidades entre estas experiencias de trabajo y las formas de ganarse la vida en ellas implicadas.