En esta ponencia socializamos un diálogo que venimos tejiendo, sosteniendo y nutriendo desde hace varios años a partir de compartir reflexiones nacidas de incomodidades, incertidumbres, incertezas, hiatos y “zonas grises” en nuestras experiencias de trabajo en la gestión y la investigación en/sobre/de políticas públicas “participativas” e “inclusivas”, implementadas en la provincia de Río Negro, Patagonia Norte, Argentina. En este sentido, haciéndonos eco de la propuesta de este simposio en particular, interrogamos etnográficamente a las políticas que ejecutamos/analizamos no sin antes dejarnos interrogar e interpelar por ellas en lo que respecta, tanto a nuestros “modos de hacer”, como a nuestro lugar -entendido como posicionamiento- en el campo de relaciones que se constituye simultáneamente en nuestro espacio de trabajo y nuestro campo de indagación antropológica.
En ese marco, en un primer momento describimos brevemente dos de las experiencias concretas en las que -y a partir de las cuales- cada una de nosotras ha desarrollado su trabajo identificando aquellas tensiones, dificultades y compromisos afectados en el quehacer antropológico llevado a cabo en ámbitos de gestión de políticas. Estas experiencias son: (i) La ejecución rionegrina del Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas (RETECI), ordenado por la Ley Nacional 26.160 de Emergencia Territorial Indígena; y (ii) la implementación de un conjunto de políticas de empleo en el municipio de San Carlos de Bariloche como parte del Plan de Federalización de las políticas de empleo formuladas por el Ministerio de Trabajo Empleo Y Seguridad Social de la Nación, en el marco de la Emergencia Ocupacional declarada en el año 2004, por el entonces presidente Nestor Kirchner. A partir de lo anterior, en un segundo momento ponemos en común aquellos ejes que nos permitieron “interrogar a la disciplina” en tanto se nos presentaron como elementos comunes y potencialmente productivos para repensar algunas de las categorías y prácticas sumamente reificadas sobre el hacer disciplinar y que, a la luz de nuestras experiencias, evidenciaron sus limitaciones. En un tercer momento, planteamos el recorrido inverso e “interrogamos a las políticas”, sistematizando los aportes disciplinares que cada una de las experiencias de trabajo significó al campo de las políticas públicas en cualquiera de sus expresiones/momentos. Finalmente, esbozamos algunas conclusiones entendidas como nuevas aperturas y líneas a profundizar.