Desde principios de los años 2000, la Amazonía ecuatoriana atraviesa un período marcado por un aumento de las actividades extractivas, particularmente en los sectores de la minería y el petróleo, en territorios habitados mayoritariamente por pueblos indígenas. La extrema desigualdad, la violencia y la destrucción del sustento material y espiritual de la vida son parte de los efectos de estas actividades desarrolladas en perjuicio de los derechos de los pueblos indígenas y los derechos de la naturaleza consagrados en la Constitución Política del Ecuador (2008). En este contexto de violenta irrupción del sistema neoliberal, las condiciones de vida de las mujeres y niñas indígenas han sufrido un impacto particular como efecto de la “hipermasculinización” de las relaciones sociales que acompaña a las actividades extractivistas. A partir de una etnografía realizada con el pueblo Kichwa de Pakayaku entre 2021 y 2022, este artículo busca analizar los efectos del extractivismo en la vida de las mujeres amazónicas y resaltar las formas como ellas están movilizando el discurso de los derechos para hacer frente al modelo de desarrollo extractivista, desestabilizando al mismo tiempo, los discursos liberales sobre el individuo, sobre los derechos de las mujeres y los territorios que prevalecen en el ámbito de la justicia nacional.