Esta presentación surge de un recorrido etnográfico de doce años en la arena de los activismos vinculados a los derechos del parto en Buenos Aires. Se trata de una aproximación metodológica desde una perspectiva feminista en la antropología, que se detiene en las experiencias, emociones y representaciones de las mujeres madres activistas críticas de la violencia obstétrica.
La violencia obstétrica, como modalidad de la violencia de género, se desarrolla cuando los derechos a un parto respetado no se garantizan en las instituciones de salud, según el marco legal argentino referido a la temática. Ella consiste en la modalidad más naturalizada de la violencia de género, como las activistas vienen señalando desde hace años y como ha reconocido el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, en un informe a fines del año 2022. Refleja una problemática de vulneración de los derechos humanos, específicamente de los sexuales y reproductivos de quienes paren, como ha puntualizado la Organización de Naciones Unidas en el año 2019.
Por su parte, de acuerdo a los aportes de la antropología y de los estudios feministas al tema, los tratos, las interacciones y las prácticas que suceden durante la atención del parto son factibles de ser comprendidos como atravesados por regulaciones y mandatos tanto biomédicos como de género, en la transformación de las mujeres en madres en el medio clínico-hospitalario. Se trata de un entorno médico-obstétrico que, entre diversas cuestiones, (re)produce violencias institucionales y de género en quienes se atienden, y naturaliza el sufrimiento por ellas atravesado.
Por ello, importa el lugar central que las mujeres madres activistas han tenido en la búsqueda del reconocimiento social y en la politización de esta violencia. Para la presente ocasión consideraré la participación política de las activistas de la Campaña “Mi parto, mi decisión” en la Primera Marcha Nacional contra la Violencia Gineco-Obstétrica de Argentina, realizada en mayo del año 2023. Así como en otros escenarios sociales, durante la marcha, las activistas brindaron múltiples testimonios del sufrimiento experimentado en la atención de sus partos, como consecuencia de haber sido víctimas de violencia obstétrica en el pasado. Ellas demostraron, a través de diversas manifestaciones políticas, cómo este sufrimiento dejó serias secuelas en sus vidas cotidianas.
De este modo, el objetivo principal de la presentación es analizar las acciones políticas de las activistas de la Campaña en torno a la lucha por la expansión de los límites de la desnaturalización del sufrimiento de las mujeres en los partos. Para ello, se contemplan las memorias, testimonios, prácticas y narrativas emocionales –vinculadas al sufrimiento- puestas en juego en distintos momentos de la marcha en Buenos Aires. Por un lado, me interesa indagar las distintas formas de nominación del sufrimiento en tanto violencia obstétrica y como parte del continuum de la violencia de género, realizadas por ellas. Y, por otro lado, exploro cómo el sufrimiento politizado puede ser analizado en tanto puerta de entrada para promover “comunidades emocionales” que activen la recomposición subjetiva, las redes políticas y la militancia sobre el tema.