El abordaje del turismo como vehículo en la tarea de transmisión de las memorias, desde una perspectiva de ampliación de derechos, resulta una tarea desafiante y casi inédita por la ruptura epistémica que esto implica. La actividad turística, en tanto proceso social y cultural de producción de espacios, significados y experiencias que involucra múltiples dimensiones y actores, puede contribuir a la recuperación de la memoria histórica y social de los pueblos. Pero no es esta la dimensión más valorada en general en términos de formación y enseñanza de la disciplina.
Las relaciones que se crean entre turismo y memoria como presencia del pasado, el turismo y la reducción de la desigualdad social, habilitan múltiples reflexiones que es menester abordar desde las aulas y en las calles, en los barrios, donde nuestros estudiantes realizan sus prácticas curriculares y pre-profesionales. La enseñanza de contenidos y orientaciones en Derechos Humanos desde la dimensión turística, complementa y profundiza el proceso de aprendizaje y abre nuevos horizontes de discusión y de reflexión sobre el rol que cumple el turismo en la comprensión y el uso de la historia reciente.
Los recorridos de la memoria en territorios de conflicto ponen en discusión el pasado a la luz del presente, y, en su narrativa, es un intento de recuperar la vida. Esto se hace desde el singular y desde el plural, reivindicando la genealogía de las luchas, como una manera de resignificar la(s) memoria(s) social y barrial, de comprender el pasado problematizando el presente. El andar como práctica política es homenaje y es reivindicación, tomando como puente el turismo. Las narrativas que acompañan los recorridos salen a disputar sentido por el derecho a construir los relatos que nos merecemos.
Formar en, por y para los Derechos Humanos, constituye una urgente necesidad y, sobre todo, un compromiso a asumir por la formación en turismo en la universidad. Por eso, basándonos en la pedagogía de la memoria, sostenemos que es posible construir una nueva pedagogía del turismo que habilite la construcción de categorías de aprehensión de los fenómenos sociales. Si bien este trabajo no está cerrado sino en permanente construcción, a partir de la praxis, se han encontrado varias pistas y reflexiones que resultan fundamentales para profundizar en la comprensión del turismo como un fenómeno social y complejo que precisa de manera urgente producir nuevos entramados discursivos que provengan de otras interpretaciones de las realidades donde la disciplina se inscribe. Desde esta perspectiva, se considera que el turismo puede realizar un gran aporte a la transmisión, difusión y divulgación de la(s) memoria(s), y los futuros graduados, comprometidos con su tiempo histórico, serán la llave para seguir construyendo una democracia con más Memoria, Verdad y Justicia.