La familia petrolera reproduce la exclusividad del género masculino en el modelo de trabajador de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y a su vez, contribuye a la segregación de las mujeres en dicha participación laboral, lo que fomenta la naturalización de ciertos roles dentro de las dinámicas familiares. Esta ponencia analiza cómo la familia es un dispositivo de género fomentado por parte del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y PEMEX a través de distintas cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) e instituido en las historias de vida de sus trabajadores y trabajadoras como privilegios, beneficios y obligaciones, estructurando una certeza que excede el ámbito laboral de la industria petrolera y se sitúa en el hogar. El estudio combina análisis de datos estadísticos, cláusulas del CCT e historias de paternidad y de maternidad de diversos trabajadores. Además, se limitará a una de las siete refinerías que componen el conglomerado de PEMEX: la Refinería Ing. Jaime Dovalí localizada en Salina Cruz, Oaxaca; en específico el departamento de Almacenamiento y Bombeo (Boyal). Esta delimitación parte de aspectos tanto metodológicos como analíticos:
1. Las refinerías en México son espacios técnicos productivos donde el modelo de trabajador petrolero se asocia al género masculino en tanto ha sido la fuerza de trabajo con mayor antigüedad y presencia en dicho ámbito laboral hasta la actualidad (Muñoz, 2015).
2. La refinería “Ing. Dovalí” es el tercer centro de trabajo y el más importante de la subsidiaria PEMEX Transformación Industrial en el estado de Oaxaca, además de encontrarse en el segundo lugar de productividad entre las refinerías de PEMEX con 330 miles de barriles diarios (05 de enero 2022, El economista).
3. El departamento de Almacenamiento y Bombeo (Boyal) de la Refinería “Ing. Dovalí” es la única área productiva que cuenta, hasta el día de hoy, con fuerza laboral femenina en su plantilla de trabajo.