La inseguridad se ha convertido en una preocupación central en los estudios de la experiencia urbana en las ciudades latinoamericanas contemporáneas.
Distintas investigaciones permiten reconocer ciertas situaciones y dinámicas generales que se comparten de manera extendida, pero también una gran heterogeneidad y profundas desigualdades en las experiencias de distintos grupos y sectores sociales. Algunos autores convergen en destacar la situación singular que viven los sectores populares, tanto porque es en espacialidades caracterizadas por la densidad de su presencia donde se suelen concentrar dinámicas de violencia urbana, como porque la violencia e inseguridad se suman en la actualidad a las diferentes adversidades y desventajas que configuran sus condiciones materiales de existencia.
Mientras las investigaciones sobre violencia e inseguridad se han centrado en una perspectiva residencial (barrios) o en torno a la movilidad, esta ponencia busca aproximarse a otra dimensión, la inseguridad que viven en su espacio de trabajo los comerciantes callejeros (un tipo de actividad para acceder a ingresos, sumamente extendida en la región). Por diversas razones, los comerciantes callejeros se encuentran en situaciones de vulnerabilidad frente a diferentes violencias: por un lado, se trata de una actividad que se desarrolla en el espacio público y depende del carácter “abierto” de éste; por otro lado, el carácter informal de la actividad expone a los comerciantes tanto a la persecución y represión policial en la aplicación de la ley, con su carácter necesariamente intermitente y selectivo, como a una mayor vulnerabilidad a agresiones y violencias ilegales de actores no-estatales y estatales.
La inseguridad y seguridad son objetos de difícil definición sobre los cuales ha habido diferentes debates. Desde la antropología se han realizado posicionamientos críticos que cuestionan el que la inseguridad pueda definirse en torno a amenazas fijas y objetivas; o que su definición recaiga en el campo del Estado. Por el contrario, se señala que los actores subalternos producen significados propios sobre lo seguro e inseguro desde y en sus vivencias cotidianas.
Siguiendo lo anterior y con base en una investigación etnográfica en una centralidad del comercio callejero en el centro de la Ciudad de México, en esta ponencia expongo y analizo tres dimensiones de conflictos y violencias que establecen situaciones de inseguridad en el día a día para los comerciantes callejeros: 1) los conflictos y violencias con actores delincuenciales (junto a la delincuencia menor “típica”, nos encontramos ahora con la emergencia reciente de grupos del crimen organizado); 2) las relaciones y conflictos con la policía, por la criminalización del comercio en vía pública; y 3) los conflictos y disputas entre los propios actores del comercio callejero por la apropiación y control del espacio (conflictos entre los propios vendedores individuales por los mejores lugares, pero también con los “líderes”, actores que entre otros aspectos median entre los comerciantes y el Estado por el acceso al espacio, y suelen ser los encargados de su administración).