En este texto propongo una reflexión del desierto como categoría impostora y de invención cartográfica; estrategia geopolítica también, de las administraciones estatales, como formas de apropiación territorial en base al lucro y a los intereses de las élites locales y los grupos económicos internacionales. Ahora bien, el desierto no es solo la invención del vacío poblacional y de la falta de civilización históricamente circunscripta, sino también la transformación socioespacial por medio de dos recursos retóricos: la ausencia poblacional y la ausencia productiva.
En otras palabras, la fuerza narrativa del desierto se inscribe, no separando jamás la esfera física del plano mental y simbólico, como campo de creencia.
Para ilustrar ambos movimientos me refiero al mito de surgimiento del estado uruguayo en 1830 a partir de la campaña de exterminio de los indios charrúas, aspecto que abordo en mi tesis de doctorado: Índios num país sem índios. A estética do desaparecimento. Um estudo sobre imagens índias e versões étnicas, (Basini, 2003) donde planteo, desde un abordaje etnográfico multi-situado, la continuidad de un imaginario social y una estética de la desaparición modelada a partir de una matriz estatal y una construcción mitológica de larga duración.
En un segundo momento abordaré el caso de algunos pueblos indígenas del alto rio Juruena, en Mato Grosso, como los enawene nawe, en los períodos de 2003 a 2009, donde se percibe como sus territorios tradicionales fueron afectados socioambientalmente por diversos emprendimientos neo-extractivistas, y donde se destaca la implantación de otro tipo de vacío: el vacío producido sobre la floresta tropical húmeda. En otras palabras, la paradoja de la abundancia: que sufrirá el despojo para ser transformada en desierto. Este tipo de “desierto deseable” posibilitará a su vez el “nacimiento” de la pradera y los campos de soja. Un tipo de alquimia al revés que denomino de silicolonización, como recurso-sustancia que sirve para sustituir y maquillar, colonizando espacios y haciendo desaparecer ambientes. Podemos conceptuar este estado de cosas a partir de un régimen asociativo y solidario, entre extractivismos que afectan la autonomía territorial del grupo, dando lugar al surgimiento de un ciclo económico con efectos transformativos. Sus formas, a su vez, se observan en la extracción, desertificación y agrotoxicación. Estas sustracciones operan introduciendo una externalidad como una silicona. La silicolonización constituye también un negocio altamente rentable que incluye la trilogía de maderas de ley, soya y ganado (Basini, 2009; Basini & Tavares, 2010; Basini & Guigou, 2020).