Esta ponencia se elabora en el marco de una investigación en curso sobre la historia del Colegio de Graduados en Antropología de la República Argentina (CGA), una asociación civil creada en 1972 que tiene entre sus principales propósitos promover la jerarquización de la actividad profesional de la disciplina en el país. En la misma, se identificaron algunos ejes de debate que estuvieron presentes en la agenda de trabajo del CGA.
La cuestión del perfil profesional y la necesidad de contar con un título universitario específico para ejercer la Antropología constituyen una tensión que estuvo presente en la agenda inicial del CGA. El consenso de este perfil y la elaboración de un Código de Ética estaban todavía en proceso de construcción cuatro años después de su creación, cuando el orden constitucional de la Argentina se vio roto por el último golpe de Estado (1976-1983). La agenda de la actividad gremial del Colegio se vio obligada a cambiar ante el cierre, la discontinuidad y reestructuración de las carreras de Antropología existentes en las diferentes universidades nacionales y se encararon diversas acciones en las que se argumentaba la necesidad social de la disciplina, particularmente en términos de intereses nacionales. En paralelo el CGA se abocó, durante las décadas de 1970 y 1980, a la (re)elaboración y sucesivas presentaciones de proyectos de ley relativos al ejercicio profesional y a la protección del patrimonio. A semanas del retorno de la democracia en 1983, el Colegio organizó una convocatoria abierta no solo a sus miembros sino también a profesionales vinculados al quehacer antropológico y estudiantes. En dicha asamblea se prefigura una agenda centrada en el estado de las carreras y sus planes de estudio, la situación de los institutos de investigación y la legislación sobre el patrimonio nacional antropológico. A partir de 1984, algunos de los afiliados más activos ocuparon cargos docentes y de investigación en universidades nacionales, y en algunos casos también asumieron cargos de gestión en las carreras. La actividad del CGA en los primeros meses luego de la dictadura se orientó hacia una política de participación e incidencia en diferentes cuestiones vinculadas al ámbito académico de las universidades nacionales, y muy especialmente en la carrera que se dicta en la Universidad de Buenos Aires. En este periodo se destaca además una prolífica organización de eventos académicos y un intenso debate sobre el reglamento del Colegio.
Estudiamos dichas transformaciones y continuidades de la agenda gremial del CGA en los años de la transición dictadura-democracia teniendo en cuenta: las formas de organización interna, los dispositivos de socialización de la información, la organización de actividades públicas, la activación de redes personales, la participación en instituciones y la articulación con otros espacios colegiados. Proponemos analizar las diversas discusiones y actividades que encara el Colegio a partir de los ejes de jerarquización y regulación de la práctica profesional.
Autoras: Alejandra Ramos, Julia Name, Julia Costilla, Josefina Martínez y Dolores Estruch