Barrio Sur de Colonia del Sacramento fue declarado Barrio Histórico en la década de 1970 como resultado de un proceso de revalorización del espacio urbano asociado a un contexto histórico-nacional, a resignificaciones de las construcciones arquitectónicas portuguesas y españolas y a hallazgos arqueológicos de la época colonial. En 1968, por decreto presidencial se crea el Consejo Ejecutivo Honorario para las obras de Preservación de la antigua Ciudad de Colonia del Sacramento y con ella la instrumentalización para el proceso de patrimonialización del barrio. Esta institución será la encargada de iniciar y dirigir las obras de reconstrucción y restauración material y simbólica del sitio. Actuará en la reconstrucción de símbolos históricos como la muralla y la puerta de la ciudadela de la plaza fuerte más antigua del Uruguay y actualizará las narrativas históricas asociadas con las huellas materiales coloniales. Un segundo impulso en el proceso de patrimonialización fue la incorporación del BH en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1995.
La patrimonialización implicó una transformación urbana del Barrio Sur. El barrio, considerado hasta entones como un espacio periférico y marginal social, cultural y económicamente hablando, perdió su nombre, sus actividades de vida cotidiana barrial y a una parte importante de sus habitantes que fueron desalojados directa e indirectamente por la especulación inmobiliaria asociada y por las expropiaciones realizadas por el Estado.
Se produjo un cambio en la forma de habitar el barrio y en las formas de utilizar las construcciones: de moradas para familias únicas o multifamiliares las casas, principalmente las de piedra pasaron a ser hoteles, hospedajes turísticos, restaurantes, locales comerciales o museos de la ciudad. El Barrio Sur dejó de ser nombrado como tal y en su lugar sólo se hizo mención al Barrio Histórico de Colonia del Sacramento.
En este contexto, a comienzos del siglo XXI vecinos y exvecinos comenzaron a organizarse y disputar espacios barriales, el nombre del Barrio y a generar registros de las memorias del Barrio Sur. Esta ponencia trata sobre la euforia y la fetichización del patrimonio en décadas pasadas y la reemergencia de vecinos y exvecinos desplazados movilizados por la recuperación de los espacios y de las narrativas sobre el barrio. Trata sobre las negociaciones entre piedras, discursos y vidas que fueron revalorizados por medio de narrativas históricas patrimoniales con valor para la humanidad, y sobre las estrategias del barrio invisibilizado que busca reaparecer y habitar el Barrio Sur en clave de Patrimonio de la Humanidad.