A partir de la década del 50, en el Departamento de Calingasta ubicado al sur de la provincia de San Juan, se instalaron dos observatorios astronómicos -el Centro Astronómico El Leoncito (CASLEO) y la Estación astronómica “Dr. Carlos Ulrrico Cesco”- por la particularidad del cielo y las condiciones atmosféricas propicias para las investigaciones. Los observatorios astronómicos adjudicaron un valor científico al cielo del Valle de Calingasta, e impulsaron la sanción de instrumentos jurídicos para su protección. Años más tarde, en 1994 se creó la Reserva Natural Estricta El Leoncito -luego recategorizada en 2002 como Parque Nacional- con el propósito de evitar la contaminación del cielo y conservar dichas características. Esta área protegida tiene una
particularidad donde el territorio “conservado” involucró, no simplemente una superficie de tierra o un suelo físico, sino aquello que se concibe holísticamente como territorio. Esto es la interrelación entre tierra, subsuelo y especialmente, en este caso, cielo.
Desde hace varias décadas, el cielo es objeto de preocupación de organismos internacionales y nacionales en distintos países. En Argentina, las políticas destinadas a proteger el cielo cobraron relevancia a fines del siglo XX en el marco de esta tendencia de escala mundial. La protección del cielo se tradujo en la elaboración de normas, prohibiciones y nuevos vínculos y definiciones sobre este espacio territorial de El Leoncito. A la par, el reconocimiento del cielo como territorio de conservación trajo aparentado el desarrollo de actividades económicas, como el astroturismo o turismo astronómico, que difunden y promueven que visitantes –locales y extranjeros- conozcan tanto el área protegida como sus proximidades.
Esta ponencia tiene como objetivo dar cuenta de algunas reflexiones en torno a los interrogantes que surgen en pensar al cielo como un territorio de conservación a raíz de la creación de un área protegida y los diversos instrumentos jurídicos para su protección. Me interesa también explorar el lugar que ocupan dichas propuestas
turísticas y cómo se articulan los objetivos de conservación de la naturaleza.