En la presente ponencia se presentan reflexiones etnográficas en base al trabajo de campo que he venido realizando junto a organizaciones de la economía popular que nuclean a personas que han estado detenidas en cárceles –liberados y liberadas-, en particular, la Rama de Liberados, Liberadas y Familiares del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE-UTEP). En el marco de una investigación doctoral en curso he venido acompañando el proceso de organización de este sector, a la luz de los aportes del equipo de investigación que integro, desde el cual se analizan formas de (re)producción de la vida de organizaciones de trabajadores/as de sectores populares. El encarcelamiento y la expansión del sistema penal afectan en mayor medida a aquellos sectores sociales cuyas vidas están atravesadas por condiciones de precariedad estructural, para quienes el encierro carcelario se vuelve un destino posible en sus vidas. La literatura reciente plantea que los efectos del encarcelamiento deben ser comprendidos más allá de los muros de la prisión. Siguiendo estas reflexiones, sostengo que, si la cárcel extiende sus efectos más allá de sus fronteras afectando la vida de ciertos territorios y comunidades, desde las organizaciones de liberados/as se crean y producen a través de las prácticas y estrategias colectivas, formas de protección que disputan y hacen frente a estas lógicas carcelarias extendidas en un sentido inverso. En esta línea, a través de reconstrucciones etnográficas, me propongo reconstruir como las redes de parentesco, vecindad y amistad que conectan las cárceles, los territorios y los espacios de la organización, habilitan la creación de una serie de estrategias de protección colectiva para hacer frente a situaciones que podrían significar el retorno a la cárcel, habilitando la construcción de otros futuros de vida posibles más allá del encierro.