Desde un enfoque sistémico-constructivista, y aplicando el marco de sistemas socio-ecológicos-técnicos, el estudio buscó indagar en las prácticas de producción, distribución y comercialización, como también en las motivaciones, barreras y discursos que se encuentran en agricultores y agricultoras que participan de Redes alimentarias alternativas (RAA) en la Región metropolitana de Chile y su relación con los conceptos de seguridad y soberanía alimentaria. Se realizaron entrevistas semi estructuradas a agricultores y agricultoras de huertas tanto productivas como de autoabastecimiento, que implementan diversas prácticas de producción (agricultura regenerativa, biodinámica, biointensiva, sintrópica, agroecológica) y de distribución/comercialización (canastas a domicilio, mercado locales, venta a restaurantes). Se complementó con técnicas de observación en huertas, ferias y mercados. Además, se consideró el uso activo de redes sociales, que se vuelve una plataforma esencial para el desarrollo de las RAA en tanto permite compartir información, comercializar, e interactuar con consumidores; por ello también se realizó seguimiento de Instagram de algunos participantes.
Los principales hallazgos muestran la diversidad de prácticas que realizan estos actores en la región, el sentido que le dan a su quehacer, los vínculos y redes que establecen entre ellas/os y con consumidores, y la importancia y uso que le dan a las redes sociales, ámbito en el cual las mujeres son protagonistas. Estos actores, que realizan “otras agricultoras”, son jóvenes, altamente digitalizados, que vuelven al campo por opción, a diferencia de la caracterización del campesino tradicional. Los resultados discuten primordialmente las dificultades y barreras que se enfrentan en el ámbito económico, institucional y educacional para el desarrollo de RAA en la región. A pesar de sus esfuerzos por hacer ser una alternativa al sistema alimentario convencional, implementando prácticas de producción ecológicas, libres de químicos, regenerando los suelos, y a su vez generando espacios para educar a la población sobre su alimentación, la falta de apoyo de política pública, los bajos recursos financieros, y la despolitización de estos actores, hace que las RAA estén entrampadas en una lógica productivista. Consecuencia, en parte, de un sistema alimentario que se instaló en Chile para hacer negocio con la alimentación, que busca mantener desinformada a la población, y que no valoriza realmente el trabajo de la tierra. Los resultados exponen una relación de tensión al observar las prácticas y discursos desde los conceptos de seguridad y soberanía alimentaria, y se discuten las posibilidades de potenciar las RAA teniendo como horizonte transformar el sistema alimentario actual hacia un sistema más equitativo, comunitario, justo y accesible.