En un contexto global y regional de profundización en las formas de desigualdad y precarización, se están produciendo reconfiguraciones en los modelos históricos de urbanización, especialmente en aquellos procesos llevados adelante por sectores populares. Ante tal escenario contemporáneo, surgen interrogantes ligados a una disyuntiva marcada por la gestión del espacio urbano y de la propia vida: por un lado, órdenes producidos y regulados tanto por políticas, agentes y agencias de gobierno, como por poderes locales opacos que se solapan y entrecruzan cotidianamente; por otro, la continuidad y reactivación de sentidos, acciones y modos de organización colectiva constituidos históricamente como lenguajes de lucha popular por el habitar, los cuales coexisten con otras modalidades de ligazón y arreglos entre personas.
En este sentido, la propuesta propone abordar los despliegues, anudamientos y fricciones entre diferentes modos de gobernar la vida en asentamientos y barrios autoconstruidos del municipio de La Matanza, zona oeste del Gran Buenos Aires. Para ello ponemos el lente, a partir de un enfoque etnográfico -producto de trabajo de campo, entrevistas en profundidad y conversaciones informales con residentes y funcionarios municipales-, en situaciones recientes relacionadas con la gestión de equipamientos, infraestructuras y servicios urbanos. En primer lugar, desbordes en el uso y funcionamiento de transporte público, unidad sanitaria e instituciones educativas, como resultado de una dinámica acelerada de acceso al suelo y autoconstrucción que está generando la saturación de servicios e infraestructuras anteriormente logradas como resultado de la acción política y la formulación de demandas colectivas. En segundo lugar, la movilización y reclamo por justicia ante el asesinato de un dirigente barrial en una situación confusa atribuida a una “venganza narco”, debido a que se estaban llevando a cabo reuniones vecinales para poner en marcha una garita de seguridad que frene el avance de hechos delictivos en su barrio.
En definitiva, tales situaciones muestran ensambles complejos y desafíos en las formas de organización cotidiana de los sectores populares, tanto por el despliegue o repliegue de dispositivos de gubernamentalidad como por un marco en el que las personas lidian con una mayor percepción de peligro, violencias y tensiones entre diversas fuerzas sociales. Finalmente, interesa reflexionar sobre las temporalidades de la acción política y su incidencia en la producción de la vida, en términos del papel de los vínculos intergeneracionales y las posibilidades y límites que posee la revitalización comunitaria frente a otras lógicas de acción y vinculación.
A través del análisis de estos casos podremos iluminar diferentes interrogantes generales:
¿De qué maneras producen y gestionan cotidianamente la vida los residentes de barrios autoproducidos, las agencias estatales y ciertos poderes locales? ¿Cuáles son sus conexiones y efectos? ¿Qué sentidos se producen en torno a los servicios y equipamientos urbanos? ¿Cómo se anudan las diversas formas de acción popular? ¿Qué cambios y continuidades se expresan en el gobierno de la vida en contextos contemporáneos?