Esta ponencia propone indagar sobre las formas de organización colectiva y participación política en contextos urbanos de marcada desigualdad socio territorial, particularmente, articuladas en torno a las demandas por la ‘urbanización’ de villas. En base a una investigación antropológica llevada a cabo en el Sauzal, una pequeña villa ubicada en el municipio de San Isidro —uno de los más desiguales de Buenos Aires y de Argentina, donde coexisten antiguas villas con sectores residenciales de élite en una marcada proximidad y continuidad espacial—, abordaré la trama de relaciones que se fue construyendo entre pobladores del Sauzal, sectores de clase alta del barrio lindante, políticos y agentes estatales en torno al proceso de urbanización del barrio. Desde una perspectiva etnográfica y retomando aportes teóricos de la antropología de la ciudadanía, exploraré cuáles son las formas socialmente admitidas para la acción política en la comunidad sanisidrense, quiénes pueden reivindicar la membresía a dicha comunidad y de qué manera tales formas son desbordadas por las prácticas cotidianas de ciudadanía de los sujetos. Para ello, en primer lugar, expondré las tensiones que se originaron en la Mesa de Integración Social, un dispositivo institucional creado en 2006 al inicio de la urbanización para dirimir la adjudicación de viviendas sociales, del que participaban pobladores de la villa y de afuera del barrio. Luego focalizaré en el accionar de un grupo de mujeres de clase alta que residían en las inmediaciones del Sauzal quienes, una década después, nucleadas en una asociación vecinal y tras años de interrumpidas las obras, comenzaron a organizarse junto con pobladoras de la villa para articular, interpelar y demandar al gobierno local por la reanudación de la urbanización. Sostengo que el involucramiento de sectores de élite en este proceso fue un factor de importancia para la constitución de instancias de participación política y movilización colectiva que antecedieron a la reactivación de las obras de urbanización, al garantizar condiciones de demanda tolerables para el gobierno local y la comunidad sanisidrense, esto es: minimizando la conflictividad y revistiendo las demandas de una apariencia ‘apolítica’. A su vez, planteo que las pobladoras del Sauzal se sirvieron de esas condiciones para canalizar sus demandas históricas y disputar las condiciones del nuevo proyecto de urbanización, sobre la base del aprendizaje y experiencia vivida en las primeras etapas de la urbanización.