Ponencia

Bebidas de la tierra: apuntes para pensar la desigualdad, colonialidad y despolitización alimentaria

Parte del Simposio:

SP.37: El insostenible sistema alimentario actual, desigualdades, opresiones, alternativas y resistencias. Aportes desde el enfoque de la antropología de la alimentación

Ponentes

Gloria Sammartino

Universidad de Buenos Aires - CONICET

Argentina

Nuria Caimmi

UBA- CONICET

ARGENTINA

Traemos el caso, para su análisis y reflexión, de la campaña de las “Bebidas de la Tierra”, en la que desde hace más de un año venimos trabajando como investigadoras militantes, dentro de una organización que se autoreconoce como campesina, localizada en gran parte del territorio argentino. Esta experiencia nace al calor de un proceso político más amplio, de construcción de un gremio que represente al sector, reivindicando principalmente la disputa por la tierra y su tracción por la agroecología. El caso se centra en la generación de acciones colectivas para la valorización y promoción de bebidas basadas en agua, frutas, semillas, hierbas, cereales, cuya elaboración casera se actualiza con saberes ancestrales y populares de productorxs campesinxs. Las bebidas de la tierra se proponen como alternativa al consumo, muy alto en Argentina, de gaseosas, jugos, aguas saborizadas, entre otras, con alto contenido de azúcar, íntimamente relacionadas con la proliferación de enfermedades no transmisibles. Su análisis permite visibilizar la opresión de los sistemas alimentarios desiguales, sostenidos en el racismo alimentario, desigualdades de género, procesos de invisibilización y discriminación asociados a las modalidades alimentarias de los pueblos originarios. Esto se vincula con la reconfiguración productiva que desde fines del siglo XX ha transformado el paisaje político del sur de América Latina desde un modelo que valorizaba las economías regionales a otro de base agroindustrial, sujeto a los intereses de mercados internacionales, junto a lo que suele denominarse como un proceso de “reprimarización de las economías”. Este modelo agroindustrial de monocultivos a gran escala existe en paralelo con la actual industria alimentaria, que no deja de capturar paladares, ambos concentrados en pocas corporaciones internacionales, amenaza directa a la soberanía alimentaria de los pueblos. La promoción de estas bebidas implica pensar la memoria colectiva como herramienta política, la descolonización de saberes y “barrigas” en pos de la disputa al actual sistema alimentario.