Desde finales de los años setenta, reconocemos una progresiva movilización y reorganización de los pueblos indígenas y la inscripción de sus demandas de derechos en el espacio público. Esto implicó al menos dos procesos articulados: la restauración política de sus memorias como pueblos, con la consecuente recuperación agentiva del pasado para organizarse y devenir grupos, pero también, y a partir de ellas, el diseño de formas renovadas -y a veces novedosas- de lucha, inscribiendo historias y demandas en presente y en primera persona en los ámbitos públicos.
Estas experiencias recrearon los campos y lenguajes contenciosos, generando nuevos contextos dinámicos de producción de marcaciones y auto-marcaciones, esto es, de categorías identitarias que se tensionan y coconstituyen, y que posibilitan emplazarlas en espacios y tiempos históricos particulares para su comprensión. A su vez, implicaron la emergencia de nuevas articulaciones y formas de lucha. Entre ellas, de disputas en torno a los modos de nombrar(se) la indigeneidad, de concebir la constitución poblacional de las naciones, de resistir a procesos de racialización y criminalización y de interpelación a las maneras en que las políticas indigenistas los reimaginarizan y territorializan en contextos de subordinación.
Entendemos que las memorias y sus formas de comunicación vertebran trayectorias individuales y grupales de subordinación y lucha indígena e interpelan los cánones epistemológicos, ideológicos y ontológicos de la hegemonía. También consideramos los trabajos de la memoria como herramientas de producción de conocimientos y como proyectos de disputas que se hacen públicos a través de formatos de comunicación indígena novedosos.
En estas coordenadas, este simposio propone reunir trabajos que:
– Reconstruyan procesos de memorias como prácticas políticas para la regeneración de vínculos colectivos y para actualizar disputas históricas, epistemológicas y ontológicas;
– Identifiquen modalidades de visibilización en el espacio público para la inscripción de luchas por diferentes tipos de derechos;
– Historicen memorias silenciadas y su articulación con los procesos de revitalización, fortalecimiento y visibilización de identificaciones y las estrategias colectivas para su comunicación en el espacio público;
– Mapeen modalidades de cuestionamientos a las formas históricas y actualizadas en que son representados los pueblos indígenas en diferentes medios de comunicación;
– Visibilicen proyectos de creación de medios alternativos que se constituyen en lugares de relevancia para disputar sentidos sobre su continuidad histórica y el reconocimiento de sus saberes.