El libro «Deseo de combate y muerte. El terrorismo de estado como cosa de hombres» fue publicado en agosto de 2023 por la editorial Fondo de Cultura Económica. La obra indaga cómo fue posible el surgimiento del terrorismo de Estado en Argentina desde una perspectiva muy poco explorada: las condiciones emocionales y afectivas para el ejercicio de la represión ilegal por parte de las Fuerzas Armadas. Centrado en un caso paradigmático de violencia estatal, el Operativo Independencia, llevado a cabo en Tucumán a partir de febrero de 1975, el autor – Santiago Garaño- analiza de qué modo se generó, entre los miembros del Ejército, un clima propicio para involucrarse personal, grupal y corporativamente en la represión a partir de fuertes emociones y sentimientos como el odio y el deseo de venganza. Sobre la base del análisis de fuentes muy diversas —documentos castrenses, memorias de oficiales, “diarios de campaña”, entrevistas a exconscriptos y gendarmes—, Garaño identifica una serie de marcas de género vinculadas al ejercicio de la violencia. La represión es descripta como una cosa de hombres, apelando a los valores militares de hombría, valentía, coraje y heroísmo. Resultado de investigación antropológica de más de más de una década, plantea que la puesta en práctica de la desaparición forzada de personas no fue una tarea despersonalizada, carente de emociones, sino que estos sentimientos —como la ira, la furia, el odio y el recuerdo de los compañeros ‘caídos’— fueron potentes fuerzas políticas sin las cuales no hubiera sido posible cometer delitos tan terribles por parte del personal militar en actividad. Y además, sostiene que el grueso del Ejército vivió una experiencia corporal y afectiva que los atravesó y los volvió capaces de cualquier cosa: hubo deseo de combate y deseo de venganza.
Al exponer al personal uniformado al poder soberano de vida y muerte, se fue conformando un potente cuerpo represivo, disponible para comprometerse con el accionar del terrorismo de Estado. Sobre esa malla de relaciones personales y a partir de tejer fuertes lazos de camaradería y lealtad masculinas, se sustentó el sistema nacional de desaparición forzada de personas y se selló el pacto de
silencio y de sangre.