Rogerio Velásquez Murillo, fue un prolijo escritor, historiador, político, lingüista, etnólogo, poeta, investigador y educador chocoano que nació el 8 de agosto de 1908 en Sipí, Chocó y murió el 7 de enero de 1965 en Quibdó, Chocó.
Este intelectual, que perteneció a la primera generación de antropólogos profesionales graduados por el Instituto Etnográfico Nacional (IEN) en dirección de Paul Rivet, empezó tempranamente a interesarse por comprender (comprender para transformar) la realidad de las poblaciones negras y afros en Colombia, tal y como lo ejemplifica su texto de 1947 “Autobiografía de un negro chocoano”.
Sin embargo, a pesar de sus aportes a las ciencias sociales y a los estudios afrocolombianos, en particular en medio del umbral vivido por estos durante la segunda década del siglo pasado; su trabajo es marginal y a veces inexistente en la academia colombiana, latinoamericana y caribeña debido al racismo epistémico que sostienen la colonilidad del ser, del saber y del poder que la constituye.
Borramiento especialmente producido y reproducido en el canon hegemónico y contrahegemónico realizada por Nina S. de Friedemann, Jaime Arocha, Roberto Pineda Giraldo, Roberto Pineda Camacho o Eduardo Restrepo sobre la antropología colombiana y el campo de los Estudios Afrocolombianos; pues tanto se le minoriza su posición en la formación y construcción de la disciplina antropológica en el período de oro de la misma (de los cuarentas a los sesentas), como su rol precursor en la institucionalización de los Estudios Afrocolombianos.
De allí la necesidad de rememorar al maestro Rogerio Velásquez, quien como pionero de los Estudios Afrocolombianos en pleno umbral de la antropología colombiana realizó sus investigaciones en una época donde estos carecían de importancia producto de los prejuicios, invisibilización, estereotipos y racismo; y por lo tanto, se abre una oportunidad de construir el devenir contrahegemónico y subalterno de la antropología colombiana como ciencia al servicio de la causa popular.