En el transcurso de los últimos años se ha constatado un fenómeno propio de las pequeñas ciudades y pueblos del interior, que pone de manifiesto una serie de cambios en el paisaje urbano y las dinámicas locales a partir de la llegada de habitantes permanentes que, motivados por la posibilidad de trabajar a distancia, pero también impulsados por la búsqueda de un estilo de vida de mayor tranquilidad, migraron desde las grandes ciudades hacia el interior del país, en un proceso de transformación urbana asimilable al concepto de gentrificación (Glass, 1964). Los trabajos que abordan la cuestión, de manera central o periférica, han acordado que la pandemia -pero también otras razones previas y ajenas al contexto sanitario- ha servido para modificar las tendencias migratorias entre ciudades grandes, medianas y zonas suburbanas o rurales aledañas (Peñaloza, 2021; Sili, 2019; Teubal, 2001). Sili (2019) señaló la búsqueda de mayor tranquilidad y un mayor contacto con la naturaleza y la búsqueda de un lugar con más espacio y tiempo para actividades familiares, sociales y recreativas; la posibilidad de contar con servicios que les permita a la población vivir mejor que en las ciudades y la búsqueda de oportunidades profesionales o laborales, y la puesta en marcha de actividades o proyectos innovadores como las motivaciones para la migración desde las grandes ciudades, hacia los pueblos y pequeñas ciudades del interior del país. Esta nueva población alentó la emergencia de nuevas ofertas que pudieran satisfacer las demandas de consumo de los recientes vecinos (bares donde tomar café durante el día, colegios privados con doble escolaridad, espacios de práctica de terapias alternativas y disciplinas orientadas al bienestar, entre otras); transformando la dinámica local habitual hasta entonces.
En este trabajo nos proponemos describir y analizar ciertas aristas de este fenómeno, haciendo foco en el surgimiento de centros de práctica de terapias no convencionales -también llamadas alternativas o de raigambre oriental- ocurridas en los últimos años, la mayoría posteriores a la pandemia de COVID-19 en una ciudad de Entre Ríos. Específicamente, describiremos y analizaremos las dinámicas asociadas a la aparición de nuevos espacios de terapias no convencionales en la ciudad de Gualeguay -yoga, reiki, reflexología-, las modalidades ofertadas y los motivos de elección de tales prácticas desde la perspectiva de los usuarios. El interés que guía este trabajo es el de aportar información al campo de debates en torno al concepto de pluralismo médico y a los procesos de gentrificación de zonas rurales -entendidas en el sentido extenso asignado por Sili (2019) es decir, considerando el hábitat de población dispersa (campos) y las localidades (pueblos y pequeñas ciudades estrechamente ligados al sector agropecuario)-. Los materiales originales que dan sustento a este análisis se corresponden con un trabajo de campo realizado en la ciudad de Gualeguay en el período 2021-2023, en el que realizamos entrevistas a usuarios de terapias alternativas que han arribado a la ciudad en la última década, acompañado de la observación y observación participante en los centros de práctica de las disciplinas mencionadas.