La interacción entre personas y grupos en la sociedad se basa en la comunicación verbal, a través del habla y la escritura, así como en métodos no verbales como gestos y dinámicas sociales que concorde a Padilha (2014) destaca la presencia de discursos, narrativas y prácticas como medios esenciales para establecer relaciones y facilitar el flujo de información. Lo dicho hasta aquí, supone que a pesar de todos estos tipos comunicacionales existen de igual manera algunas prácticas, discursos y dinámicas sociales que son utilizados o tienen la finalidad de discriminar, vulnerar y deshumanizar que se manifiesta a través de abusos de poder como el clientelismo, el despotismo, entre otros…por parte de grupos dominantes como conglomerados e instituciones con fundamentos racistas encubiertos por narrativas coloristas. Un ejemplo significativo es el colorismo, que afecta dinámicas laborales, universitarias y familiares, entre otros espacios.
Así pues ¿es posible evidenciar la elaboración de los arbitrarios juicios étnicos que justifican esas prácticas verbales, así como en el ámbito social que frecuentan en gran parte de los discursos y las dinámicas? poniendo en contraste el habla y la escritura como formas de expresión que desempeñan un papel crucial para el racismo, racializacion y colorismo, se busca dar respuesta a la pregunta propuesta, ejemplificando el tema con estudiantes de la Universidad del Magdalena de la ciudad de Santa Marta y el municipio de Ciénaga pertenecientes al departamento del Magdalena. Esto es, mediante el método etnográfico analítico-reflexivo que tiene como finalidad repensar, resignificar y reivindicar las categorías raciales y étnicas, considerando la influencia del tono de piel en las identidades racializadas y en la evaluación de los sistemas pigmentocráticos. Esto es crucial para abordar los discursos de poder, tanto intencionales como inconscientes, que perpetúan prácticas discriminatorias en una cultura caribeña que de acuerdo a Toncel (2021) es fuertemente marcada por el racismo y colorismo.
Así pues, este intento por esclarecer los canales y formas que muta el colorismo en el departamento del Magdalena, específicamente en la Universidad del Magdalena, entonces, estas formas que adquieren las narrativas y prácticas racistas, coloristas que conllevan una pronta discriminación hacia las identidades racializadas implica desestructurar esos significados discursivos que se han implantado en el imaginario de la cultura caribeña y que han permeado el autorreconocimiento étnico-racial de las personas. Además, de que estos discursos se convierten en afirmaciones fáciles y de máxima difusión que sacan provecho de las ventajas y el poder mediante dinámicas de opresión, es por ello, que aún existen posibilidades para la reconstrucción de la memoria mediante una resignificacion discursiva de la oralidad que posee nuestra región Caribe, precisamente, para aportar elementos que revelen las bases del racismo que se sostienen por las prácticas discriminatorias mediante los discursos de poder tanto coloristas como racistas en los estudiantes, así pues, al ser expuestas estas problemáticas se podría construir una cultura caribeña antirracista en la Universidad del Magdalena.
Ahora bien, ¿Cuáles son los discursos racistas y coloristas que influyen en las prácticas discriminatorias interiorizadas de los estudiantes de la Universidad del Magdalena?