Los procesos de creciente fragmentación, temporalización y flexibilización del trabajo se observan como fenómenos simultáneos a los procesos de mercantilización y segmentación de los servicios de salud. El proceso migratorio impacta tanto en la inserción laboral como en el acceso a los servicios médicos y el estado de salud. Los/as trabajadores/as migrantes viven de manera agudizada las lógicas contradictorias que los/as excluyen e incorporan al mismo tiempo, tanto en el ámbito del trabajo como en el campo de la salud. Esta ponencia desarrolla estos temas desde un enfoque antropológico que conecta condiciones de trabajo, salud y atención sanitaria, proponiendo el uso de la precariedad como herramienta analítica que permite examinar cómo trabajo y salud se articulan en la vida cotidiana de los/as trabajadores/as migrantes, dando cuenta de cómo procesos de gran escala son vividos en las vulnerabilidades cotidianas. La elaboración antropológica del concepto de precariedad ha preservado su conexión con los aspectos productivos y ha extendido su potencialidad analítica hacia las conexiones con otros ámbitos de la vida. Esta ponencia sigue estos desarrollos que, en lugar de imponer la precariedad como categoría normativa que antecede a la descripción, la plantean como una pregunta abierta sobre cómo las condiciones laborales se vinculan con otros aspectos de la vida. Esta presentación busca articular la emergencia de desigualdades para los sujetos migrantes no solo en términos de su participación en nichos laborales, exposición a riesgos ocupacionales específicos o acceso a servicios de salud. Es decir, no solo entendiendo trabajo, migración y salud como mutuamente determinantes, sino estableciendo cómo se articulan relacionalmente en la vida las/os trabajadoras/es. La ponencia es desarrollada en el marco de un proyecto de investigación sobre migración sur-sur en la ciudad de Temuco (Chile), capital regional donde vive la mitad de los extranjeros de la región. Esta ciudad se caracteriza por un mercado laboral pequeño, la prominencia de trabajo migrante en el sector terciario, un salario promedio de los más bajos en el país y una población extranjera que, si bien ha aumentado, tiene una concentración de las más bajas de Chile. Mediante un caso de estudio etnográfico con trabajadoras/es y entrevistas a actores del mundo sindical, de la salud y de organizaciones migrantes, la investigación destaca empíricamente un contexto que se diferencia de los grandes centros del país por las características del mercado laboral, de la oferta de servicios y de los flujos migratorios.