En este trabajo se exponen los hallazgos de un aspecto específico sobre los procesos de tercerización, producto de una investigación solicitada a demanda por las autoridades de un organismo descentralizado del Estado Nacional Argentino al equipo que integramos en el Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (CEIL-CONICET), sobre las condiciones de trabajo de las y los trabajadores de los servicios tercerizados. El trabajo de campo consistió en la realización de una encuesta a los y las trabajadores de los servicios tercerizados -que terminó siendo de carácter censal- y una serie de entrevistas y observaciones -habilitadas por las autoridades-, en las cuatro sedes más importantes del Organismo. Con el análisis de todo ese material se produjo un informe que fue entregado a las autoridades, con un diagnóstico y una serie de recomendaciones sobre distintos aspectos.
Entre otras cuestiones, en el proceso investigativo encontramos una serie de tensiones y conflictos en la organización del trabajo, entre el personal directamente contratado por el Estado y el de las empresas contratistas. Dichos conflictos giran alrededor de la superposición de directivas y las dificultades para consolidar un mando único para organizar el proceso de trabajo, pero son producto de desigualdades contractuales, salariales y de condiciones de trabajo entre los diferentes colectivos de trabajadores. Esta situación genera conflictos sobre el uso del espacio compartido, sobre las capacitaciones, sobre las responsabilidades de los empleadores, sobre la violencia de género y laboral, sobre las percepciones acerca de los otros colectivos y finalmente, sobre la superposición de direcciones.
Este trabajo sostiene que a pesar de los enfoques y discursos ligados a la eficiencia y a la eficacia, la tercerización en los organismos del Estado produce una serie de conflictos que redundan en mayor burocracia y menor capacidad decisional del proceso productivo por parte del Estado, implicando una pérdida en sus capacidades autónomas y soberanas.