Ponencia

Producción de un nuevo espacio público en Montevideo: Ecoparque Idea Vilariño

Parte del Simposio:

SP.12: “Hacer y habitar” la ciudad latino-americana contemporánea

Ponentes

Camilo Ríos Bolioli

Universidad de la República (UdelaR) - Instituti Superior de Educación Física (ISEF)

Las obras y actividades sobre espacios públicos, a partir del mejoramiento de las plazas, canchas o centros culturales viene siendo una política que ha caracterizado los últimos períodos de la gestión de la Intendencia de Montevideo. La creación del Ecoparque Idea Vilariño se podría identificar como una de las últimas grandes intervenciones a nivel urbano (68.500m2), considerando las dimensiones de los cambios que se generan sobre un espacio de la ciudad. La construcción del parque comenzó en 2020 quedando inaugurado el 18 de Agosto de 2021, en el que se instaló una pista de skate, una cancha polifuncional, aparatos de gimnasia, juegos para niños/as, una ciclovía perimetral, un bloque de servicios higiénicos y de vigilancia (IM, 2021). Fue creado ante el realojo del asentamiento “Isla de Gaspar”, lo que llevó a proyectar en el lugar un parque urbano considerado como un nuevo “pulmón verde” para la ciudad, en el que, desde la política pública se apuesta por la generación de un nuevo espacio público como lugar de descanso, esparcimiento e intercambio social (IM, 2021).
Este nuevo parque urbano se materializa en un espacio que entra en diálogo con las características que hacen a un territorio, atravesado por diferentes dimensiones históricas, políticas, sociales y económicas de las relaciones territoriales que la constituyen (Haesbaert, 2011; Santos, 2005). La intervención sobre este espacio de la ciudad presenta grandes cambios en cuanto su configuración anterior, lo que habilita movimientos en las nuevas formas de uso del lugar, nuevas prácticas a desarrollar y nuevas formas de habitar el espacio (Agamben, 2006; De Certeau, 2000). Resulta relevante poner la mirada sobre los vínculos que se pueden identificar entre el cuerpo y sus prácticas, en relación a la ciudad. Para esto, Segura y Ferrety (2011) nos presentan un interesante punto de partida: “(…) los estudios de las relaciones del cuerpo y la ciudad consiste en poder indagar las dinámicas señaladas, en su doble dimensión: la materialidad de la ciudad como condición de posibilidad de las prácticas y de las relaciones sociales, por un lado, y las prácticas corporales como formas de usar, apropiarse y transformar la ciudad y las relaciones sociales” (Segura y Ferretty, 2011:5). En este sentido, se reconoce la condición del espacio como producto de las prácticas y las relaciones que con él se establecen, a la vez en que resulta un espacio influyente en las prácticas que allí acontecen (Segura, 2015). En esta relación entre las prácticas posibles de desarrollar y las formas de uso del espacio es que se van construyendo sentidos y representaciones sobre el lugar, dimensiones simbólicas que también constituyen el proceso de producción del espacio (De Certeau, 2000; Harvey, 1998; Lefebvre, 2013).
Me encuentro realizando una etnografía en relación a este proceso en el que busco problematizar sobre la producción de espacios públicos y las formas de habitar que estos despliegan en un territorio.