Partiendo desde un posicionamiento feminista y decolonial, esta ponencia pretende plantear inquietudes en torno a la creación y uso de metodologías cuir, que tomen algunas herramientas de la Antropología, como son la Etnografía y su versión de Autoetnografía. Para ello es importante visibilizar que mi lugar de enunciación es desde un cuerpo mestizo, de género fluido (a veces como mujer, a veces no), no-hetero e identificado como ecofeminista decolonial.
Las metodologías que aquí definimos como cuir (y no en su versión anglosajona queer, para situarnos territorialmente desde Abya Yala), no tienen una definición clara, pero remiten a un conjunto de metodologías otras/bastardas/ que critican el positivismo académico. Según Halberstam, la metodología queer supone una investigación flexible que deviene de una “cierta deslealtad a los métodos académicos convencionales” (Halberstam, 2008, p.32). Para ello, recurre a diferentes métodos para producir información sobre sujetos/fenómenos que han sido excluidos de las investigaciones más tradicionales, e incluso puede combinar métodos que se interpretan como contradictorios entre sí. “Las propuestas queer se plantean como un cambio con respecto a enfoques precedentes, con los que establecen un diálogo. Así pues, lo queer se sumerge en las líneas abiertas por el movimiento feminista, los estudios sobre sexualidad o el movimiento antirracista” (Ventureira, 2022).
Mediante la presentación de una bitácora autoetnográfica pretendo compartir algunos sentipensares que nos den pistas sobre la potencialidad de la creación y uso de metodologías cuir en los trabajos antropológicos (y más allá de ellos). Esta bitácora fue un ejercicio de cierre de una diplomatura que realicé en pandemia, la cual recurre a la técnica del collage, a partir de lo cual se unen diversos fragmentos textuales y simbólicos mediante el uso de diferentes técnicas (recortes visuales, escritura a mano, impresión de fragmentos de trabajos académicos y narrativos, fotografías, entre otros). Su objetivo fue intentar responder a la pregunta “¿Cuál ha sido mi experiencia de decolonizar la sexualidad?”. El resultado nos invita a imaginar colectivamente epistemologías otras que rompan con los binarismos que nos encierran en jerarquías dicotómicas.