Ponencia

Prácticas, limitaciones y la romantización del trabajo de campo. Una reflexión disciplinaria

Parte del Simposio:

SP.65: Corporalidades, ontologías relacionales y metodologías colaborativas

Ponentes

Aracely veloso

universidad de Concepción

Valentina Saez

Nathaly Ardiles

Universidad de Tarapacá

Ninoska Cisterna Sanchez

Universidad de Tarapacá

El campo de la disciplina antropológica y arqueológica, versátiles en sus innumerables posibilidades y contextos, presenta dificultades de diversa índole, algunas comúnmente abordadas en la producción bibliográfica que abarca la reflexión metodológica y otras aún abnegadas en el silencio disciplinar, que se erigen frente a nuestros ojos, sin embargo, no son mayormente visibilizadas.
Esta ponencia, se propone abordar las vivencias y reflexiones de cinco mujeres profesionales dedicadas al ejercicio de la antropología y la arqueología en Chile, desde una perspectiva que problematiza el ser mujer en el ámbito del espacio laboral. Reflexionando esto es que nos preguntamos ¿por qué no se evidencian/visibilizan/socializan las problemáticas que tenemos las mujeres cuando se trata de ejecutar y realizar trabajo de campo? Entendiendo trabajo de campo, no solo como la práctica de movilizar la corporalidad desde un lugar geográfico a otro, sino como el quehacer y desarrollo de la práctica investigativa, docencia, académica; que se vivencia tanto en la práctica antropológica como arqueológica.
En este sentido, existen situaciones cotidianas en el contexto del trabajo de campo que históricamente han sido consideradas como anecdóticas, pero que advierten desigualdades. De este modo se pone en cuestionamiento la normatividad del trabajo de campo, ante la ausencia de consideración respecto a la intersección de clase, raza, género y sexualidad presente en nuestros cuerpos, como una indiferencia preocupante hacia nuestro quehacer como investigadoras.
Con esto procuramos realizar un aporte a la discusión actual respecto a las dificultades empíricas de dedicarse como mujeres a la antropología y arqueología en América Latina en relación a las violencias, discriminación y dilemas éticos a los cuales nos enfrentamos.
Además de poner en cuestión el romanticismo del campo desde las carencias en los procesos de formación académica, que saltan a la luz en el ámbito laboral. Denotando la ausencia de una puesta en palabras que dé cuenta de manera literal y gráfica las afectaciones que causa el género de la investigadora, tanto en el campo como en ella misma, e inclusive en su realidad familiar. Incentivando a fracturar lo que tantos años se ha cristalizado y naturalizado en las disciplinas.
Nos preguntamos ¿Cuáles son las implicancias de situarse como mujer y plantearnos realizar trabajo de campo? Más específicamente ¿Qué implica pensarnos mujeres en el momento de definir nuestros intereses de investigación y planificar nuestros trabajos de campo? Consideramos esta cuestión una problemática relevante que no es abordada lo suficiente en nuestras disciplinas y que merece con urgencia ser priorizada.