En este escrito abordaré el quehacer cotidiano de un grupo de trabajadoras del Servicio Municipal de Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (NNyA) de una ciudad media de la provincia de Córdoba, Argentina. Desde hace 13 meses comparto tiempo con ellas y acompaño semanalmente sus tareas diarias en el marco de una etnografía para mi tesis doctoral en dicha dependencia estatal.
Una ordenanza municipal, inspirada en la Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de NNyA, se encarga de dictaminar, territorializar y cimentar la institucionalidad de este lugar, dedicado a la promoción y protección de derechos y dependiente del Poder Ejecutivo local. Sin embargo, me propongo ir más allá de la letra del dispositivo jurídico y reflexionar sobre los modos en que esta Ley “con mayúsculas” es vivida diariamente.
Con-vivir con las agentes estatales me permitió acercarme a las dimensiones más invisibilizadas de su trabajo y, por tanto, a la ley (“con minúsculas”) que pueden hacer en el proceso de la vida real y en el marco de las relaciones sociales en las que se involucran incesantemente con sus pares, con NNyA y sus familias y con sus superiores.
La ley “sin mayúsculas” son las interpretaciones y acuerpamientos que las trabajadoras hacen de la letra de “la Ley”; es la que se puede hacer en el día a día con el tiempo y los recursos disponibles para intervenir. A su vez, es la que causa efectos en sus propias vidas y en la de NNyA y sus familias.
Concretamente, me pregunto: ¿qué hacen con la Ley? ¿Cómo organizan el quehacer cotidiano inspirado en ella? ¿Cómo intervienen con NNyA y sus familias? Estos interrogantes me acercan a una tensión estructurante en esta institución. Las trabajadoras realizan una serie de prácticas que involucran “poner el cuerpo” y “comprometerse más allá del sueldo” que, por estar asociadas a la esfera de lo privado y del cuidado, permanecen invisibilizadas (y no cuantificables para el empleador). Paradojalmente, estas acciones –que desbordan “la Ley” y profundizan las condiciones laborales precarias- son imponderables para el desarrollo del quehacer cotidiano: sin ellas se disolvería la posibilidad de intervenir en las vidas de NNyA y sus familias.
En este marco, el estudio de un caso situado me permite construir pistas para: a) tematizar las condiciones de trabajo en las áreas sociales del Estado y, b) visibilizar aquello que permanece invisibilizado y que, por tanto, (re)produce desigualdades para las trabajadoras de manera directa, pero también para lxs NNyA y las familias destinatarias de sus intervenciones.