En Colombia desde la Antropología se han hecho aportes muy significativos a la comprensión de la violencia que ha caracterizado las relaciones históricas, políticas, socioeconómicas y culturales del intento de conformación del Estado-nación. En esta línea, las disertaciones conceptuales se han centrado en el análisis de masacres y otras manifestaciones de la violencia que han sido hitos en la historia del país para sustentar aportes como los realizados por Jaime Arocha, Myriam Jimeno, Darío Fajardo, Mónica Espinosa, María Victoria Uribe, Francisco Gutiérrez y Nina Friedman, entre otrxs.
Estos aportes van desde la violencia política, la violencia étnica o el etnocidio, y la ciudadanía armada llegando a la violencia estructural, condujeron los debates académicos hasta la definición de Colombia como una nación multicultural en reconocimiento no solo de los criollos, mestizos, campesinos y colonos, sino también de los indígenas y los afrocolombianos en la Constitución de 1991. Esto además, significó el reconocimiento de las implicaciones que dichas exclusiones enraizadas y desconocimiento de la otredad habían generado históricamente en términos de violencia, sumado a que dichas exclusiones llevaron a ser naturalizadas generando la deshumanización de otro, y consecuentemente, legitimado su eliminación.
La evolución de estos planteamientos en la Antropología llevaron a cuestionar los estudios sobre la violencia y el conflicto, y desembocaron en lo que se conoce como la antropología crítica de la violencia centrando la discusión en tres conceptos: la violencia, la memoria y la resistencia. Así, se ha tratado de comprender la persistencia de la violencia en fenómenos que siguen existiendo pese a la firma de varios acuerdo de paz en la historia reciente de Colombia con diversos actores armados (guerrillas y paramilitares) y que se materializan en masacres, desplazamientos masivos y fenómenos de despoblamiento de algunas regiones para fines extractivistas.
Se buscará poner en diálogo los planteamientos teóricos que describan los fenómenos de violencia manifiesta y exacerbada que persisten y que a simple vista se observarían como patrones de ciertos actores, pero que luego de la firma del Acuerdo Final de Paz entre las FARC-EP y el Estado colombiano, persisten en escenarios de violaciones masivas a los derechos humanos e infracciones al DIH como parte de la estrategia de guerra de los diversos actores armados que coparon los territorios que no han sido controlados por una institucionalidad fuerte que garantice el Estado social de derecho. Teniendo presente la diversidad de estructuras armadas, su modus operandi, los patrones de violencia y formas de control social y territorial, esta ponencia se sirve de la etnografía visual y audiovisual para desentrañar el panorama de transición y paz total.