La presente investigación tiene como objetivo explorar los paisajes, memorias y percepciones sensoriales de mujeres que habitan en la comunidad agrícola de la Quebrada del Pobre, localidad de Valle Hermoso, comuna de la Ligua perteneciente a la Región de Valparaíso. El estudio se centró en cómo las transformaciones socioculturales durante los últimos 30 años han impactado las formas de vida rurales.
La metodología propuesta es de carácter cualitativo-experimental, a través de un enfoque etnográfico sensorial (Pink, 2009), que involucró “walking interview” (Anderson, 2004) y entrevistas en profundidad en el contexto geográfico y temporal específico. Se realizaron durante 8 meses visitas a la localidad y se entrevistó a 3 mujeres de tres generaciones distintas. Las caminatas en la Quebrada del Pobre proporcionaron un espacio para activar la memoria y generar una conexión más profunda con el paisaje y las experiencias vividas en el pasado.
La memoria colectiva y el paisaje se entrelazan para dar forma a la identidad de un lugar y a la forma en que sus habitantes se relacionan con él . Durante las caminatas, las colaboradoras se relacionan al paisaje que han habitado y al paso del tiempo a través de las acciones engarzadas de sus cuerpos. Así, los paisajes de las Quebrada de Pobre son callejones, caminatas, nombres de lugares, acciones de ir a moverse, formas de orientarse y dar sentido al espacio.
La percepción del cambio se estructura en un antes y un ahora, donde los paisajes de la Quebrada son contenedores de emociones y experiencias de todos los variados tiempos (pasado, presente y futuro). Por ejemplo, la ausencia del sonido del agua que bajaba por las quebradas en invierno a la presencia del ruido de los vehículos pasando por el asfaltado. Por otro lado, es patente la ausencia del agua en las quebradas y cómo ha afectado la disponibilidad de recursos hídricos, lo que ha obligado a la comunidad a vivir en base del suministro de camiones aljibe desde el año 2000. El agua, antes una presencia constante y vital en el paisaje, se ha convertido en un recurso limitado.
La memoria colectiva y la sensorialidad son herramientas valiosas para examinar el impacto de las transformaciones territoriales en la vida cotidiana y la identidad de la comunidad. La sensorialidad emerge como una dimensión esencial en la aprehensión del entorno y la construcción de la identidad, permitiendo una comprensión más profunda de la conexión entre las personas y su entorno Las transformaciones socio-territoriales en la Quebrada del Pobre reflejan cómo las sociedades rurales se están transformando y adaptando bajo la influencia de la urbanización y el desarrollo. Esto plantea cuestionamientos sobre la dicotomía entre lo rural y lo urbano; los espacios rurales ya no son ajenos a la modernidad y están en continua integración y desfragmentación con las sociedades urbanas.