Original. Encuentro de arte textil mexicano, es un evento impulsado desde la Secretaria de Cultura del Estado mexicano, el cual se ha vendido como movimiento cultural, y que tras el “éxito” obtenido, ya prepara la 3 era edición del espectáculo. Sin embargo, desde la antropología esta categorización de “movimiento cultural” me resulta bastante problemática: ¿a qué se refieren con movimiento cultural? ¿qué se está entendiendo por cultura? ¿realmente esta definición se ajusta a las características de un evento, cuyo costo excedió los 35 millones de pesos? ¿quién pone en marcha este movimiento? ¿las y los artesanos? ¿el Estado mexicano? ¿sus representantes? ¿los pueblos indígenas? ¿las empresas con quienes se pretende tejer alianzas? ¿los y las cosumidoras? ¿todxs lxs involucradxs? ¿A quiénes está dirigida la discursiva? ¿quién se beneficia de este movimiento? ¿en qué impacta a nivel estructural o social? Todas estas preguntas me surgieron cuando me enteré del evento, cuando vi las pasarelas, cuando asistí a los Pinos y cuando a casi un dos años de este evento no he visto cambio alguno en lo que respecta al tema textil, a la indumentaria en nuestro país y a la relación que la sociedad y Estado mexicano mantienen con los pueblos y naciones originarias.
Las discursivas de apropiación por parte del Estado, y la elitización de la venta y uso de los textiles de los diversos pueblos que habitan en el territorio mexicano, han dado inicio a una serie de disputas por la legitimidad de los diseños y las técnicas; se intentan crear leyes de protección del derecho colectivo, mientras se trabaja en conjunto con marcas internacionales para agilizar los proyectos extractivas y eficientar las ganacias. Así mismo, este tipo de eventos está generando una serie de dipsutas la interior de las comunidades, ya que, es el Estado mexicano y sus represnetantes quienes se encargan de decir quiénes sí y quiénes no son verdaderxs artesanxs, quienes son de primera categoría y quienes de segunda.
Ante este panorama, propongo el uso de la categoría de Curaduría Estatal o Curaduría Institucional, la cual desarrollé a detalle en mi tesis de maestría, y que explica la manera en que operan este tipo de eventos, los cuales son planeados e implementados desde las élites hegemónicas que conforman al Estado. Uso esta categoría retomando los postulados de Michael Bhaskar (2017). Se trata de un concepto, que emerge de la museografía, y que funciona para explicar la manera selectiva en la que el Estado visibiliza ciertas representaciones y producciones materiales de las culturas indígenas, a la vez que excluye o silencia otras.