En este trabajo reflexiono en torno a algunos aspectos de los procesos de memoria, enseñanza y aprendizaje desarrollados en 2023 en conjunto con les estudiantes del Bachillerato Popular 2 de enero (Viedma), en el marco del espacio curricular “Territorio y organización popular”, del que soy docente. La propuesta pedagógica del bachillerato emerge de procesos colectivos de organización, protagonizados por habitantes del barrio 2 de enero, quienes definen que su construcción comenzó en 2018 a partir de una “recuperación” de tierras, y discuten con discursos que presentan sus acciones como “ocupación” o “toma”. En este contexto, la propuesta curricular de la materia “Territorio” se ha orientado a comprender y problematizar los procesos históricos de producción y representación del espacio. La hipótesis que orientó el trabajo en la materia es que los procesos de desplazamiento, desde otras localidades a Viedma, y desde las zonas más céntricas hacia las más periféricas al interior del espacio urbano, se enmarcan en modalidades históricas de desposesión hacia familias y colectivos de procedencia indígena (preexistentes en este territorio, pero también migrantes), en el marco del avance de proyectos capitalistas y de inscripción del racismo en el territorio. Las actividades de la asignatura se desarrollan en el espacio áulico, en el barrio en que se encuentra la escuela, en otras instituciones públicas con las que se trabaja articuladamente, y también en viajes organizados con la participación de docentes y estudiantes. La perspectiva pedagógica que orienta estos trabajos es la educación popular en articulación con la cartografía social, la geografía crítica, los procesos de memoria y el relato autobiográfico. El trabajo sostenido a lo largo del año me lleva por un lado a reafirmar el carácter constitutivo que tiene la dimensión espacial en los procesos de memoria, y a reconocer aperturas metodológicas y epistemológicas para su construcción colectiva. Por otro lado, el diálogo en torno a las propuestas, materiales e interrogantes planteados por la docente ha movilizado reflexiones, relatos, mapas producidos por y con les estudiantes, así como nuevos interrogantes y propuestas de investigación-acción. Así, en contextos en los que las memorias indígenas y relativas a los desplazamientos forzados son negadas hegemónicamente, construir mapas, narrar, recorrer e historizar trayectorias de manera colectiva, posibilita tensionar la universalidad de saberes, experiencias y representaciones espaciales, y orienta reposicionamientos subjetivos en torno al ejercicio y la construcción de derechos, tales como la vivienda y la ciudad, pero también la identidad.