En el devenir histórico chiapaneco desde la década de los setenta del siglo pasado se formaron organizaciones indígenas y campesinas de gran calado e influencia que se habrían identificado junto a la Teología de la Liberación impulsada por el obispo Samuel Ruiz, como la base política de formación del EZLN. Post alzamiento zapatista de 1994 esas organizaciones se fortalecieron y a la par de otras que fueron surgiendo, gravitaron de manera importante en movilizaciones nacionales como la llamada “reforma indígena” y en otros de carácter estatal como la alternancia y llegada a la gubernatura de Pablo Salazar.
Ello fue posible a que lograron estructurar articulaciones a nivel internacional y nacional. No obstante, las diferentes organizaciones y movimientos de la entidad poco a poco se fueron dividiendo y parece que actualmente se encuentran en una “calma chicha” y, éstas, sin un papel protagónico en la política local.
Desde una perspectiva procesual se plantearán reflexiones sobre el devenir de los movimientos sociales indígenas y campesinos, así como el incremento de las violencias que nos permitan generar algunas hipótesis sobre la reconfiguración del proyecto de Estado en la frontera sur del país.