La presente ponencia muestra y analiza etnográficamente la manera en la cual los yoremes, un grupo indígena en el noroeste de México, se apropian de las políticas culturales correspondientes a la difusión de rasgos folklóricos. Me centro en la representación de los performances yoremes patrocinados por el Estado. El periodo de estudio comprende los años ochenta y los noventa, que son los años que figuran no solamente en los archivos hemerográficos, sino en la memoria colectiva. Lo medular de este capítulo son los aspectos más íntimos de estas representaciones de lo yoreme, aquellos que están tras bambalinas: relaciones políticas, emergencia de actores con una ambivalencia identitaria, influencia de actores externos que construyen cotos de poder. La mayoría de la información se basa en esas narrativas inverosímiles, por no decir rumores, anécdotas, cuyo tinte exótico les atribuye ciertas características misteriosas a estos actores. El lector encontrará que aquí ya hay elementos para una desestabilización de las categorías identitarias. La idea es mostrar como las políticas culturales pueden construir perfiles particulares, como especies de personajes que si bien presentan una identidad indígena, esta solamente puede ser una máscara para mostrar sus devaneos personales. En este sentido, lo que interesa no son los devaneos de las personas por una autenticidad yoreme, sino su capacidad y creatividad con la cual se apropian de criterios que consideran propios o representativos de lo indígena y lo incorporan en diversas facetas de su vida; ya sea por medio de creencias o sentido común, juegos o el simple gusto y curiosidad por conocer lo diferente. Ante esta diversidad, lo que subyace es justamente cómo estos actores, influyen en nuestras apreciaciones y nos incitan a una imagen específica de la indigeneidad yoreme mimetizada en ellos. ¿cómo lograremos ver más allá de estos perfiles? ¿Qué otros factores y elementos existen en este contexto y abonan a su representación?