En los orígenes del sistema educativo argentino, hacia fines del siglo XIX, primó el enfoque socio identitario con el objetivo de conformar una identidad nacional monocultural y monolingüe, en un contexto de migración principalmente europea y de expansión de las fronteras donde se encontraban los pueblos preexistentes al Estado Nación. Resulta importante, tener en cuenta que a lo largo del siglo XX en la Constitución Nacional Argentina regía el artículo 67 inciso 15 que establecía que le correspondía al Congreso Nacional “Proveer a la seguridad de las fronteras; conservar el trato pacífico con los indios, y promover la conversión de ellos al catolicismo”. El reconocimiento a la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos es recién en la reforma de 1994.
En la Argentina, la Educación Intercultural Bilingüe es una modalidad del sistema educativo que se instauró a partir de la sanción de la Ley de Educación Nacional N° 26.206/06. Forma parte de una de las ocho modalidades del Sistema Educativo Nacional cuyo objetivo es garantizar la igualdad en el derecho a la educación y de este modo; preservar y fortalecer la cultura, la lengua, la cosmovisión y la identidad étnica. Esta modalidad revaloriza los aspectos previamente mencionados, promoviendo el reconocimiento y el respeto a estos conocimientos. Resulta un intento de dejar atrás las políticas homogeneizadoras cuya finalidad es promover un tipo de saber occidental como el único válido. Si bien entendemos a este modelo como reparador, en el sentido de que busca dar centralidad a culturas que han sido históricamente oprimidas en la conformación de los estados nacionales, se podría pensar en el marco de una política focalizada, ahondando en la tensión entre las políticas de carácter focalizadas y las universales. Este modelo, está destinado a la población indígena para contrarrestar los efectos de aculturación que provocó el Estado Nación y de este modo, no se realiza un trabajo de formación en conocimientos, culturas e idiomas originarios transversal a toda la currícula escolar en Argentina, como reconocimiento a los diversos pueblos originarios. Reconocer las diferencias implica, como primer paso, visibilizar otros repertorios culturales.
En este sentido en el presente trabajo indagaremos la experiencia de un proyecto intercultural de una escuala ubicada en Allen, provincia de Río Negro. Gran parte de lxs estudiantes son niñxs que pertenecen al Barrio “Colonia 12 de octubre”, en el cual vive una gran población migrante proveniente de Bolivia que se dedica principalmente al trabajo vinculado a la producción fruto hortícola. Nuestro objetivo es poder dar cuenta como el colegio abordó desde las clases de música el uso de idiomas indígenas utilizados por les estudiantes como lengua materna.