En esta ponencia compartiré una serie de reflexiones derivadas de mi trabajo de campo etnográfico en el circuito circense de la ciudad de La Plata (Buenos Aires, Argentina) vinculadas a la esperanza como práctica de futuro, en tanto componente significativo de la configuración sensible circense.
Desde este punto de partida, propondré que los espacios de enseñanza y aprendizaje circense son espacios en los que se entrena y se practica la esperanza. Una esperanza que se ancla en el propio cuerpo y nos muestra sus posibilidades de transformación, corrimiento de los límites y posibilidad de llegar a lo (in)imaginado. Esperanza que se sostiene colectivamente, en un vínculo con otrxs, que resulta imprescindible para la práctica. Así, la esperanza no se restringe únicamente al ámbito de las clases o entrenamientos, sino que se proyecta hacia otras esferas de lo social y hacia la imaginación de alternativas de vida.
Sostendré entonces que las modalidades subjetivas de participación corporal en el mundo que se adquieren y ponen en práctica en los diversos espacios de entrenamiento y creación en artes circenses, se constituyen asimismo como formas de participar de la sociedad y de articular las esferas artístico-estética y socio-política. Y que en este marco la esperanza, en tanto expectativa colectiva de realización futura, tiene un lugar destacado.
Para sostener esta afirmación, recorreré los cruces e interrelaciones entre una serie de elementos -la consideración del circo como práctica popular tradicional; el entrenamiento, el riesgo y la superación o corrimiento de límites; el lugar de lxs otrxs y lo colectivo; las dimensiones laborales y organizacionales- que hacen a la práctica circense, considerando tanto los procesos de enseñanza y aprendizaje como los de creación artística.
Este recorrido me llevará a situar el lugar de la esperanza -y las ideas y prácticas de futuro asociadas a ella- en la forma de socialidad kinestésica que la práctica circense convoca. Una esperanza que se ancla en el propio cuerpo y en sus prácticas, y que trasciende a su vez las fronteras del propio cuerpo, y se proyecta en lo social, donde el vínculo con otrxs resulta imprescindible como horizonte de posibilidad para que esas transformaciones, y esos otros futuros posibles imaginados, se materialicen.
Por último, con ánimo de apertura y problematización, compartiré algunos interrogantes respecto de las estrategias para que este entrenamiento de la esperanza tenga efectivamente lugar en el circo contemporáneo, y las torsiones que es preciso realizar respecto de otros universos de discursos y prácticas corporales y estéticas que hacen parte de las modalidades de subjetivación neoliberales.