La ponencia consiste en los resultados de mi tesis de pregrado en antropología, específicamente en el campo de la antropología urbana.
La investigación -de orden cualitativo- se enfocó en conocer cuáles son las formas que asumen los miedos urbanos para personas residentes en condominios cerrados en la comuna de Peñalolén (Santiago, Chile). Esta comuna se caracteriza por ser una de las más heterogéneas en cuanto a su composición socioeconómica, conviviendo diversos paisajes en el mismo territorio. Además, destaca también por la incesante construcción de condominios cerrados destinados a las clases altas y la expansión desmedida del límite urbano, afectando los ecosistemas de la precordillera de Los Andes.
El levantamiento de la información fue mediante entrevistas semi-estructuradas realizadas a ocho personas de estrato medio-alto, residentes permanentes en condominios cerrados. Asimismo, fue complementada con visitas a terreno y la experiencia personal de ser habitante de la comuna de Peñalolén.
A grandes rasgos, la investigación contempla los diferentes miedos que perciben las personas residentes de condominios cerrados en el espacio urbano. Entre ellos, destaca el miedo a las personas migrantes en tanto ocupantes del espacio urbano, dado que para les entrevistades la masiva llegada de migrantes sudamericanos y centroamericanos sería una de las causas del aumento de la violencia en la ciudad, emergiendo discursos xenófobos al momento de abordar la inseguridad urbana. Esta situación produciría también el desplazamiento de la figura del “enemigo interno”, trasladándose desde el delincuente “clásico” (el flaite chileno) a la del delincuente extranjero, que según los testimonios levantados poseería formas distintas de delinquir que lo harían más peligroso.
Por otro lado, se identifica un miedo generalizado a los espacios urbanos por concentrar diversos “males”, tales como inseguridad, violencia y caos, de modo que se intensifican sentimientos anti-urbanos o de negación a la ciudad debido a un rechazo a las formas de vida urbana, y por antítesis, una fuerte idealización a los espacios rurales producto de una romantización de lo verde y comunitario. Este rechazo a la ciudad entiende la urbe como un espacio residual del cual hay que escapar, lo cual conlleva a una falta de proximidad con la ciudad que exacerba los miedos urbanos.
La importancia de esta investigación, radica fundamentalmente en explorar cómo las clases medias-altas se relacionan con la ciudad, cómo esta relación reproduce y refuerza estereotipos, pero también debilita la experiencia y calidad de vida urbana en tanto el repliegue en espacios cerrados cuyo desarrollo se ha vuelta exponencial.