Históricamente las mujeres que viven en las Villas de Argentina han llevado adelante estrategias para dar respuesta a las diversas demandas territoriales: alimentarias, laborales, ambientales, habitacionales, de salud, cultura y género. Para abordar dichas estrategias y modos de organización, en un trabajo de investigación mayor, arribamos a la construcción de la categoría “prácticas de participación política”. Desde un enfoque socioantropológico e interseccional, en esta ponencia nos proponemos conocer de qué manera, a través de las prácticas de participación política, las mujeres de la Villa 21-24 resisten, negocian agendas políticas y garantizan derechos en los diferentes contextos sociales y políticos.

A partir de la experiencia de trabajo de campo llevada adelante en la Villa 21-24 (desde el año 2015 a la actualidad) definimos a esta categoría como aquellas acciones cotidianas que despliegan las mujeres con una función política que supone garantizar derechos. Tanto dentro del ámbito comunitario (en comedores y merenderos, cooperativas de trabajo, postas de salud salud y género, talleres culturales, capacitaciones, entre otros); como en el espacio público (en asambleas, redes, mesas de trabajo, movilizaciones). Partiendo de diversas trayectorias, en las prácticas de participación política las mujeres de la Villa 21-24 despliegan una serie de relaciones con el Estado, la política social, las organizaciones, movimientos sociales y partidos políticos y otras mujeres (vecinas) de ese territorio. Esta mirada trasciende la idea de acción colectiva pensada en términos de un acontecimiento, para centrarse en las prácticas cotidianas, los procesos organizativos más amplios y las disputas y negociaciones entre los diferentes actores del territorio.

A su vez, la experiencia en un campo con múltiples pertenencias -como militante, trabajadora social, feminista e investigadora- desafió e interpeló los límites entre territorio/academia. Esto se convirtió en un elemento central para dar cuenta de cómo, a través de las prácticas de participación política, en la vida cotidiana, las mujeres de la Villa 21-24 garantizan la reproducción de la comunidad y construyen una identidad compartida. Así como también generan vínculos (a veces conflictivos) de afectividad y contención.