La región del Papaloapan se ubica al sureste de México, entre los estados de Veracruz y Oaxaca. Está rodeada por los ríos Papaloapan, Blanco, Coatzacoalcos, Salado y Tonto, además, cuenta con tres presas y una densidad alta de precipitación pluvial que implica que reciben un promedio de 2 a 5 metros cúbicos de lluvia por año. No es extraño que en la zona se asienten importantes empresas trasnacionales destinadas a la producción intensiva de agro-alimentos. Estas empresas están orientadas a satisfacer el mercado de consumo de los Estados Unidos. Tales corporaciones, en forma directa o a través de intermediarios, imponen una temporalidad, un modo de trabajo y paradigmas que legitiman nuevas formas de explotación laboral. ¿Qué formas son éstas?, ¿cómo operan?, ¿cómo se legitiman y reproducen? Son preguntas que trataré de responder en la presentación que se propone.
El trabajo al igual que el tiempo constituye un mecanismo de orientación no solo de la actividad humana, sino de la forma en que se organiza la vida en tiempos de descanso y tiempos de faena. Ingold (2000) señala que el trabajo constituye una representación cultural y social.
En un paisaje cultural como el configurado en el Papaloapan, los campesinos locales, incluidas sus tierras y fuerza de trabajo, se vuelven una pieza clave para satisfacer el consumo de alimentos, sin importar la temporada, las condiciones climáticas o los impactos ambientales.
En la ponencia que propongo, hablaré de las formas contemporáneas de organización del trabajo en el campo. Presentaré los resultados preliminares de mi investigación etnográfica en la Cuenca del Papaloapan, para mostrar cómo se articulan las empresas globales, los agentes de intermediación, y los productores locales de limón. Mostraré la manera en que los intermediarios disfrazan las relaciones de trabajo bajo la expectativa de la “asociación”, la cual facilita la profundización de los niveles de explotación campesina a través del microcrédito y la imposición de la temporalidad del mercado de exportación. Finalmente, describiré la forma en que la imposición de esta temporalidad se auto-justifica bajo la narrativa de la “cultura empresarial”.