En esta ponencia recupero escenas etnográficas vivenciadas durante el trabajo de campo de mi investigación doctoral, destinadas a evidenciar las interacciones y confrontaciones que suceden de manera cotidiana entre los/as agentes que integran un organismo estatal y sus “destinatarios/as”. Con ello, busco aportar a la discusión antropológica acerca de la deshomogeneización del Estado, a partir de un estudio situado de las disputas y las economías morales implicadas en el tratamiento estatal de las infancias.
Para ello, tomo distancia de una visión normativista y lineal de lo estatal, porque entiendo que, las modalidades de gestión y gobierno contemporáneas de la niñez no pueden ser reducidas a la acción unilateral de un aparato jurídico-estatal sobre sujetos pasivos y en condiciones de subordinación o pura dominación. Más bien, las prácticas concretas desarrolladas en la cotidianidad de los organismos administrativos encargados de la gestión de la protección de la infancia con “derechos vulnerados”, son reactualizadas, movidas y confrontadas a partir de las instancias de entrevistas y relaciones sostenidas entre familiares y agentes estatales, en donde se significan e intercambian las implicancias normativas, emocionales y morales que configuran, nutren y legitiman los discursos y obligaciones respecto a quién y cómo se debe “proteger” y “cuidar” de los niños.