El contexto político actual del mundo incentiva a analizar y explorar caminos reflexivos que problematicen los nuevos movimientos de derecha conservadora. En los últimos años se ha experimentado un incremento de proyectos políticos dispares, pero paralelos en algunas consignas. Desde distintas plataformas políticas es que la se van posicionando, discursiva y socialmente propuestas que pueden ser consideradas como ideológicamente cargadas al ala derecha conservadora. Partiendo de una conceptualización epistemológica y teórica es que se pretende dar cuerpo a la discusión en torno a una potencial tipoligización de las actuales movilizaciones de derecha, esto tanto en México, como en el mundo. El lento, pero al parecer seguro retorno de narrativas que apelan a lo identitario, del descrédito de la globalización como idea, del neoliberalismo como sistema económico y la democracia liberal en su función de sistema de gobierno hegemónico.
No obstante, también existen diferencias sustanciales que dependen de las variaciones geográficas y tradiciones político-ideológicas. De esta manera es que se pretende pensar el caso del Frente Nacional Ciudadano fundado en abril de 2020 y desde su formación como organización ciudadana apartidista (espíritu que sigue conservando) bajo el nombre del Congreso Nacional Ciudadano (FRENA) en 2009, surge dos años después del triunfo de Andrés Manuel López Obrador bajo la bandera de la coalición Juntos Haremos Historia durante los comicios de 2018, representó un triunfo histórico para la izquierda institucional de aquel país. Dicho fenómeno dio paso a la formación de distintos sujetos colectivos como los Chalecos Amarillos México, por mencionar solo un ejemplo.
Se pretende comprobar que en el caso mexicano, que no tiene una tradición arraigada de movimientos de derecha conservadora en comparación de sus vecinos del sur, también es territorio en el cual también se configuran movimientos cuyo contenido político y discurso ideológico pueden ser consideradas como de derecha conservadora.