José María Arguedas es uno de los escritores latinoamericanos más importantes del siglo XX y, sin duda, el representante más famoso del así llamado (neo-)indigenismo literario. Al mismo tiempo, Arguedas se doctoró, en 1963 (siendo ya un escritor consagrado), en Antropología con una tesis sobre «Las comunidades de España y del Perú», ejerciendo la docencia etnológica en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Universidad Nacional Agraria La Molina en Lima hasta su muerte.
Su tesis doctoral que compara el colectivismo agrario en zonas rurales españolas y peruanas incluye una serie de fotografías tomadas por el propio Arguedas durante su trabajo de campo en Bermillo de Sayago, provincia de Zamora (España). Pueden considerarse, por ende, como documentos cabales que sustentan la argumentación antropológica-científica de Arguedas.
De la segunda mitad de los años 1960 data otra serie de fotografías de Arguedas. Fueron tomadas en la ciudad peruana de Chimbote, centro de la industria pesquera del país y lugar donde se desarrolla la última novela de Arguedas, «El zorro de arriba y el zorro de abajo» (publicada en Buenos Aires póstumamente en 1971). A diferencia de «Las comunidades de España y del Perú», estas fotografías no forman parte del libro, sino que lo complementan y lo comentan.
La pregunta compleja en qué medida la novela «El zorro de arriba y el zorro de abajo», con sus representaciones y oposiciones de migrantes indígenas y del capitalismo industrial occidental, puede ser considerada un estudio antropológico convertido en literatura será, a pesar de la pertinencia que tenga, de interés secundario. Más bien, nos concentraremos en nuestra contribución al simposio en abordar las relaciones de intermedialidad que existen entre las fotografías y los textos mencionados por un lado y, por el otro, las funciones que estas fotografías asumen dentro del quehacer antropológico-artístico de Arguedas: entre sus diversas actividades como escritor, antropólogo y promotor de la cultura popular andina (recuérdense las grabaciones de música andina que impulsó), su producción como fotógrafo entre documentación y arte aún se desconoce casi por completo.