Ponencia

La alimentación ritual de los seres entre los nahuas de San Baltasar Xochitlaxco, sierra Norte de Puebla

Parte del Simposio:

SP.24: Sacralización de la comida y ritualización del comer como estrategias de superación de desigualdades en América Latina

Ponentes

Herlan Bernal González

Escuela Nacional de Antropología e Historia

La ponencia se centra en analizar la teoría nativa sobre la alimentación ritual que reciben los seres como: los difuntos, los entes sobrenaturales, los ángeles, los aires, los dueños (del maíz, del agua, de la tierra y/o del monte). Dichos entes pueblan la geografía y, a su vez, forman parte del paisaje ritual configurado a través de la cosmovisión.
Para los nahuas la alimentación no se limita a solo la satisfacción fisiológica del cuerpo, es decir, no atienden solo la condición biológica de saciar el hambre por medio del consumo de alimentos, de la misma forma, entienden que también los seres necesitan saciar su hambre y sed.
Por consiguiente, es importante dar cuenta que la comida ritual ofrecida a dichos personajes es compleja, pues esta incluye, no sólo, una gama de alimentos como: tamales, carne de pollo, carne de cerdo, tortillas y atoles, en ella agregan manjares que rebasa los sustentos ordinarios, pues bajo la perspectiva nahua: las ceras, la música, la danza, los olores y las plegarias también son comida para los seres.
Este tipo de alimento cobra sentido en el contexto ritual, por ende, es claro que tal concepción es parte de una tradición histórica mesoamericana, que, a su vez, ha servido como elemento de transmisión de saberes. Es decir, la comida ritual es un reservorio de memoria estructurada por medio de la tradición oral y coherente en la vida ceremonial y las ofrendas.
De tal modo, lo descrito anteriormente muestra que la teoría nativa de la comida, entre los nahuas, asume que la alimentación no es exclusiva de los seres humanos, en su defecto, es un elemento que relaciona de forma directa a los seres y el mundo humano, pues a través de la comida ritual es cómo se teje el puente de comunicación entre el mundo divino y el social.
Para abordar tal postulación es clave el trabajo de campo etnográfico, pues lo que se busca es indagar en la teoría propia nahua, es decir, en explorar la concepción de la comida ritual desde el punto de vista emic. Tal postura es medular para penetrar el tejido social y observar de forma directa la construcción de los conceptos nahuas en torno a la alimentación.