Ponencia

Justicia epistémica como una apuesta ética

Parte del Simposio:

SP.25: El derecho a la educación superior en AL: Desigualdades persistentes y prácticas alternativas

Ponentes

BETTY MARTÍNEZ OJEDA

Universidad Minuto de Dios

La educación superior en Colombia haciendo eco de la perspectiva universalista de su constitución acepta como verdad incuestionable, al menos tácitamente, que el conocimiento científico comporta validez totalizante, es decir, que se puede aplicar de forma homogénea en cualquier tiempo y lugar. En ese orden de ideas, los saberes propios de los pueblos originarios han sido ignorados sistemáticamente como parte de los conocimientos patrimoniales de las nuevas generaciones, constituyendo una de las causas principales de la reproducción de una única estructura jerarquizada de conocimientos que deja por fuera las principales mediaciones cognitivas y afectivas de otras visiones del mundo. La interpretación y comprensión de algunas de sus principales estructuras simbólicas podrá enriquecer el diseño conjunto de nuestros nuevos currículos mixtos y complementarios para las nuevas generaciones originarias y mestizas, donde se puedan articular, complementar y armonizar epistemologías y cosmogonías diferenciales.
La descalificación de saberes no occidentales dentro de sus planes de estudio se convierte en uno de los obstáculos más contundentes para el cumplimiento efectivo de su función como institución educativa incluyente en una nación con un alto componente multicultural. Los estándares de calidad que exige el mundo académico globalizado, así como el rígido sistema de competencias del capitalismo cognitivo, sitúa en la posición más desventajosa a los estudiantes que logran ingresar al sistema educativo universitario en Colombia y que presentan competencias, habilidades cognitivas y sensibilidades distintas, no aceptadas dentro de la estructura oficial de los sistemas educativos convencionales, además de una precaria y desigual preparación y aprestamiento para estos últimos.
Las rupturas producidas en las estructuras de conocimiento con base mítica, firmemente aferrados a la constitución identitaria de los estudiantes, han creado profundas rupturas que por no ser subsanadas a tiempo originan un alto índice de abandono académico de estudiantes pertenecientes a estos grupos en los primeros cinco semestres de la carrera.
Es menester crear procesos sinérgicos entre estas distintas formas de comprensión del mundo, apelando a la rica reflexión latinoamericana sobre las particularidades de las lógicas diferenciales y universos simbólicos con los que estos pueblos, excluidos de la cultura hegemónica, se han explicado su mundo. Identificar e interpretar las claves de conocimiento que faciliten un proceso transcultural efectivo con el cual se impacten los currículos convencionales, haciéndolos más incluyentes y democráticos, dialogantes entre visiones contrapuestas en cumplimiento al derecho a la libre decisión de acceder al conocimiento científico occidental en igualdad de condiciones, incluyendo la posibilidad de diseñar por primera vez en la historia del país una nueva educación universitaria en diálogo con los conocimientos propios y multiculturales de nuestros pueblos originarios y patrimonio de nuestras nuevas generaciones que tienen el derecho inalienable a heredar, comprender y comunicar como una apuesta ética para un mundo mejor y sostenible.