Desde una perspectiva crítica y decolonial, se realiza un análisis comparativo de las políticas educativas interculturales e inclusivas implementadas en México y Brasil durante el siglo XX y las primeras dos décadas del XXI. Se observa la tendencia a generar políticas, programas y acciones educativas integracionistas, etnocidas, lengüicidas y epistemicidas, generadas desde enfoques moderno-coloniales eurocentrados tendentes hacia la homogeneización política, sociocultural y lingüística de la población nacional. Éstas contrastan con las iniciativas generadas desde pueblos, organizaciones y movimientos indígenas y afrodescendientes que, desde concepciones contrahegemónicas, están dirigidas a promover la autonomía y la valoración de ontologías, epistemologías y educaciones propias.