En el marco de una investigación que trabaja las memorias de la militancia feminista en el exilio durante la última dictadura militar, presentamos un estudio preliminar sobre intercambios que se dieron entre las publicaciones Fem y Micaela, a propósito de la Conferencia Alternativa del Decenio de la Mujer, mejor conocida como el “Foro de Copenhague”.
La revista Fem fue una “publicación feminista trimestral” editada en México entre 1976 y 2005. En su primer número se presentan: “Fem se propone señalar desde diferentes ángulos lo que puede y debe cambiar en la condición social de las mujeres; invita al análisis y a la reflexión. No queremos disociar la investigación de la lucha”. A su vez, la revista Micaela fue una publicación bimensual editada por la Asociación Latinoamericana de Mujeres (ALAM) en Suecia durante los años 1978 y 1993. Estaba enfocada en la situación de la mujer en Latinoamérica y se componía de artículos vinculados a las mujeres, al exilio y la lucha de los pueblos de América Latina contra las dictaduras. Hasta fines de 1981 las editoriales y la mayoría de las notas estaban firmados por todo el colectivo de la ALAM o, simplemente, por Micaela.
Integrantes de ambos equipos editoriales participaron del “Foro alternativo” e incluyeron notas a propósito de sus experiencias en él. El Foro o “Forum”, organizado por ONGs consultivas y avalado por la ONU, permitió un espacio de encuentro de mujeres y agrupaciones de todo el mundo. Tuvo una agenda propia de exigencias, con denuncias, protestas y manifestaciones que no se expresaban dentro de las intervenciones oficiales. Además de contar con conferencias formales que derivaban muchas veces en debates públicos, el “Foro” incluyó otros tipos de actividades como performances, talleres, proyecciones, meditaciones o reuniones. La sección ¡Vivencia! había surgido de la Tribuna de México en 1975 y Lourdes Arizpe señala en su crónica que era “la sección con actividades más variadas y con un mayor contenido feminista y político” en el número 15 de Fem. Sea en un cuadro resumen sobre las participaciones y trabajos presentados o en forma de crónica, ambas revistas dieron cuenta de la relevancia que tuvo en sus actividades y militancia el encuentro alternativo en Dinamarca.
Ambas publicaciones se reconocen mutuamente de modo expreso en artículos y notas. De este modo queda en evidencia el grado de vinculación entre las integrantes latinoamericanas en Suecia con aquellas residentes en México. Esto abre preguntas tales como si esa vinculación incluiría otros espacios de encuentro o sobre la importancia que tuvo ese intercambio en el activismo feminista posterior. También surgen interrogantes sobre las conexiones tejidas por las exiliadas (y los exiliados) que posibilitaron acciones y denuncias de las violaciones a los derechos humanos. A destacar, por ejemplo, el apoyo en la participación de Madres de Plaza de Mayo en auditorios internacionales.