La ponencia es una invitación a pensar las salidas a los tiempos del colapso ecológico global desde las prácticas culturales anidadas en el bosque. Son tiempos que perturban la vida en los ecosistemas, lo cual se intensifica en los bosques del sur de Chile. Desde fines del siglo XIX, el fuego ha protagonizado la perturbación del bosque (Escalona et al., 2023; Klubock, 2014), y es acompañado por procesos de despojos territoriales y desplazamientos forzados de familias mapuche hacia las montañas y quebradas (Bello, 2011; Guevara & Mañkelef, 1912; Melin Pehuen et al., 2019). Los bosques actualmente se encuentran fragmentados por procesos ecológicos, sociales e históricos que van devastando los ambientes del sur de Chile (Bustamante & Grez, 1995; Elizalde Mac-Clure, 1970; Klubock, 2014). La discursividad del cambio ambiental global y de la conservación ambiental invisibiliza a otros habitares (Amigo & Núñez, 2023; Haraway, 2020; Latour, 2022) que se han forjado con la experiencia y aprendizajes cotidianos de habitar en ambientes devastados. Estos otros habitares siguen las las huellas comunes para cuidar. Propongo que las prácticas culturales anidadas en el bosque permiten conocer la composición de las formas de habitar (Hui, 2020; Skewes, 2019; Tsing, 2023). En cada fragmento emergen resurgencias comunitarias (M. I. Ibarra et al., 2023; Mansilla-Quiñones et al., 2024; Tsing, 2017) para cuidar al bosque del sur de Chile.
La propuesta surge de investigaciones colaborativas que realizo desde el año 2022. Me sitúo desde estas colaboraciones para elaborar esta ponencia. Con este trabajo busco contribuir a las resurgencias comunitarias que se llevan a cabo en lugares con ambientes devastados del sur de Chile. La colaboración la realizo en dos experiencias para cuidar bosques que fueron devastados: la estrategia de gobernanza comunitaria de la comunidad José Luis Caniulef en Afunalhue (Villarrica, región de La Araucanía) y el plan de conservación de tierras fiscales de la cordillera de Alto Palena (Palena, región de Los Lagos). Son casos que no comparo por parámetros demográficos, socioculturales, ni de biodiversidad. Más bien, busco sus huellas comunes sobre (i) procesos históricos de desplazamiento poblacional, despojos y transformación del bosque en praderas productivas, (ii) las preocupaciones sociales por la devastación ambiental, (iii) se establecen estrategias para cuidar al bosque y (iv) se han forjado formas de habitar similares. De este modo, la ponencia se centrará en el reconocimiento a personas, grupos, instituciones y sus redes que, en el cotidiano, contribuyen con prácticas de cuidar los bosques en tiempos de colapso socioecológico global.