Desde una sujeción dentro una tónica judicial positivista que busca anclar sus marcos decisionales sobre las certezas del diagnóstico y pronóstico de los adolescentes en la obertura de sus procesos de institucionalización, los dispositivos jurídico-burocráticos de la penalidad juvenil en el Uruguay reciben a su clientela a través de un denso espectro de técnicas de peritaje psicodiagnósticas, donde la única dimensión teleológica es la producción de informes a los magistrados. Inmersos dentro de una hermenéutica del oficio anclada dentro de un vocabulario higienista y tratamental, estas prácticas psicosociales responden a una definición apriorística, a través de un paquete de técnicas psicodiagnósticas invasivas, prefiguradas desde una mirada objetivante, cuya finalidad es hurgar en la subjetividad para poder trasparentar la intimidad de los adolescentes. Así pues, desde estas coordenadas referenciales, en contraposición a la hermenéutica de la penalidad del acto, los adolescentes son cosificados dentro de una maquinaria de captura donde la subjetividad del actor es narrada desde el lenguaje de los informes periciales, generándose corredores de semánticas subterráneas que operan como usinas argumentativas que ofician como sedimentos conceptuales en el endurecimiento de las penas por parte de los magistrados (Juncal, 2018).
De esta forma, la lógica pericial se inscribe dentro de un entramado de prácticas del castigo, a través de una doble iatrogénica estructurante: mientras que por un lado sus prácticas ritualizadas instituyen un vaciamiento de la dimensión vincular y socioeducativa del oficio psicológico a través de una mecánica diagnóstica que cosifica, etiqueta y objetiva al adolescente en función de una aplicación sistemática de test psicológicos, por el otro lado genera muchas veces, a través de los contenidos de sus informes, enclaves argumentales que son utilizados para el endurecimiento de las penas, prolongando el dolor y sufrimiento que son endémicos al lenguaje del encarcelamiento (Christie, 1984).
Así las cosas, la presente ponencia busca integrar una problematización crítica de las prácticas periciales desarrolladas por los técnicos profesionales al inicio de la pena de los adolescentes dentro del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA), que se constituye en la institución encargada de gestionar, entre otras cosas, la privación de libertad de los adolescentes en el Uruguay.